En la región de Puno, como en otros lugares del Perú, la falta de agua viene preocupando a sus pobladores, sobre todo en el sector agrario: según la Encuesta Nacional de Intenciones de Siembra para la campaña agrícola 2016-2017, la intención de producir la papa y quinua ha disminuido en gran cantidad.
El director de Estadística Agraria e Informática de la Dirección Regional Agraria de Puno (DRAP), Germán Cutipa Flores, explica que solo un 2% de los agricultores de la región piensa sembrar papa, debido a la falta de semillas de calidad y, además, porque el 2015 y lo que va del año se ha registrado déficit hídrico. En cuanto a la quinua, el interés de los productores es de apenas 9%. Se trata de un problema asociado al cambio climático.
Cutipa Flores manifiesta que esta situación también es producto de la falta de políticas para promover la producción agraria en la región. "Estas son solo las primeras estimaciones, no se sabe si ocurrirá alguna emergencia que podría afectar directamente a la economía de los pequeños productores", señala.
Por ahora, las expectativas no son las mejores: a la fecha no ha llovido en la región y los agricultores no pueden empezar a preparar sus terrenos para la siembra.
Una de las alternativas que podría atenuar la problemática es la siembra y cosecha de agua, que se logra con la construcción de represas que acumulen agua para la época de siembra y, de paso, beneficien a la ganadería a pequeña escala que existe en esta parte del país.
Sobre la siembra y cosecha de agua, en la región Puno se han emprendido pequeñas intervenciones que, sin embargo, aún no son suficientes, considerando que ya en otras regiones se viene preparando la ejecución de grandes proyectos.
Durante el 2015, el Proyecto Especial de Camélidos Sudamericanos (PECSA) realizó trabajos de pequeños represamientos en varias localidades al sur.
Álex Montufar, exdirector Ejecutivo del PECSA, explica que la finalidad es almacenar agua que se capta de los manantiales y que existen en la mismas comunidades, las cuales servirán para regar los pastizales.
Estas represas son construidas en base a material rústico, es decir, con la tecnología de la zona. La piedra y la tierra son compactadas hasta quedar en condiciones óptimas para el almacenamiento del agua.
Los trabajos fueron realizados por un grupo de jóvenes del Programa de Apoyo al Cambio Climático (PACC).
Para Montufar Condorena, es el momento de pensar en represas para beneficiar a las comunidades que viven en las zonas altas y que utilizan el agua en agricultura y ganadería. Ante esto, es necesario el represamiento del agua de lluvia, en las lagunas de Ácora, San Antonio Esquilache y Mañanzo.
En la actualidad, en las alturas de Ácora (3.867 metros sobre el nivel del mar) el comunero aprovecha la cosecha de agua para riego de pastizales, que sirven de alimento al ganado y también en la agricultura familiar.
Rosa Mamani Mamani, pobladora del lugar, nos cuenta que sus animales morían por falta de alimento, y que la siembra que realizaban de papa y quinua no era suficiente.
Sin embargo, este año su familia se ha visto beneficiada con los reservorios de agua que, a pesar de que aún son pocos, les permiten ahora tener alimento y también para sus animales. "Queremos hacer más represas”, agrega.
Rogelio Apaza, esposo de Rosa, cuenta que se espera replicar esta experiencia en otras zonas de la región, aunque para ello se necesita apoyo económico.
- Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), para el 2030 la temperatura en Puno se incrementaría 1,6°C por efecto del cambio climático.
- El Ministerio de Agricultura ha previsto crear el programa “Sierra Azul”, con el que se priorizará la siembra y cosecha de agua en la sierra peruana con una inversión de S/1.100 millones en los próximos cinco años.
