A dos horas de Olmos, en el departamento de Lambayeque, en Perú, se encuentra el Área de Conservación Regional (ACR) Huacrupe La Calera, la cual se ubica entre los cerros del mismo nombre. Juan vive en la zona de amortiguamiento de la ACR, que fue creada en junio del 2011 con el fin de cuidar la biodiversidad del área, espectacular por su diversidad y riqueza.
Por Arturo Salazar
Don Juan Mayanza More es un guardaparque voluntario desde hace 3 años. Él no recibe ningún pago ni beneficio por su accionar, más que la gratificación de poder vivir rodeado de un deslumbrante paisaje natural que lo alberga a él, a su chacra, a sus animales y, lo más importante, a su familia.
A dos horas de Olmos, en el departamento de Lambayeque, en Perú, se encuentra el Área de Conservación Regional (ACR) Huacrupe La Calera, el cual se ubica entre los cerros del mismo nombre. Juan vive en la zona de amortiguamiento de la ACR, creada en junio del 2011 con el fin de cuidar la biodiversidad del área, espectacular por su diversidad y riqueza. Allí se encuentran especies como el algarrobo y sapote, que suelen ser preciadas por su excelente madera. Estos bosques son el hábitat de especies animales como el Puma Concolor, Iguanas y Chiscos.
Un censo de especies del ACR registra 23 familias con 45 especies de flora y 58 especies de aves, 7 reptiles, 11 mamíferos y 1 especie de serpiente (Boa constrictor) en cuanto a fauna. Huacrupe La Calera tiene paisajes maravillosos que permiten observar impresionantes especies de animales y árboles, los cuales envuelven a uno en un viaje lleno de imaginación. El área posee una extensión de 7.272,27 hectáreas. Es habitada por 5 familias y otras 40 lo hacen en el área de amortiguamiento, dividida en 4 caseríos (Piedra Mora, Santa Rosa, Calera Santa Isabel y San Cristóbal Grande).
El Señor Juan se ha dedicado estos últimos años a cuidar el ACR de quienes ingresan a talar algarrobos para ser vendidos como carbón. Los sacos de 65 kilogramos suelen costar unos 30 soles, siendo su mercado principal las pollerías de Lima. Actualmente Huacrupe la Calera no se encuentra físicamente delimitada, lo que dificulta mucho la protección de la misma. Los agresores entran al área para extraer madera y cazar especies, todo esto evidentemente ilegal. Los guardaparques vienen denunciando estos hechos constantemente. Siguen esperando que la policía se acerque a actuar; la explicación para es, según ellos, que no tienen gasolina para el viaje.
«Cuenta además que desde hace casi 8 años no llueve, impidiendo el desarrollo de actividades claves como la agricultura, además de debilitar al bosque.»
La situación de este bosque impresionante se complica ante este abandono. Juan manifiesta que el cambio en la padrones de lluvias (causados por el cambio climático resultante de la actividad humana) han afectado las poblaciones de muchas especies. Cuenta además que desde hace casi 8 años no llueve, impidiendo el desarrollo de actividades claves como la agricultura, además de debilitar al bosque. La única fuente de agua para la población son pozos, los cuales tienen que ser cavados a 50 metros bajo tierra. Pudimos observar a primera mano el estado crítico y en muchos casos, la muerte, de muchísimos algarrobos. Se cree que ha aparecido, además, un hongo (Ganoderma) el cual afecta el desarrollo de los árboles.
El algarrobo es una especie muy valiosa por los pobladores de la zona, ya que les brinda sombra, tiene madera de alta calidad y produce frutos para sus animales (y de los cuales se extrae la algarrobina).
En este contexto, el Señor Juan Mayanza y varios miembros de los 4 caseríos han recibido apoyo de algunos programas de cooperación, liderados por el PNUD, para impulsar negocios verdes. Del 2010-2012, por ejemplo, un proyecto del PNUD generó distintas propuestas, como la apicultura, o cría de abejas para obtener miel o cera. Actualmente, 28 familias beneficiarias reciben capacitación, materiales y asesoría para llevar adelante proyectos en este rubro.
Pero en los últimos años muchos proyectos de apicultura se han visto afectados por la sequía por la que pasa el bosque. Al secarse el algarrobo las abejas desaparecen, y con ellas sus productos. El señor Juan mismo tiene una marca, llamada PIOLAM´S, en la cual fabrica miel orgánica y vino miel, ambos con certificación y registros sanitarios. Su principal mercado es Olmos, pero confiesa que los ingresos que le genera la agricultura a pequeña escala no es suficientes, ya que no recibe un pago justo por sus productos.
En la actualidad 40 personas se encargan, de forma voluntaria, de cuidar el ACR Huacrupe la Calera. Estas 40 personas se encargan de la naturaleza para todos, para que siga viva, sin recibir pago alguno. Se trata de 40 magnificas personas que, a pesar de sufrir directamente los efectos del cambio climático, siguen trabajando por que tengamos aire limpio del cual vivir y respirar cada día.
Es necesario actuar inmediatamente para diseñar e implementar el plan maestro, promesa eterna del Gobierno Regional. La primera urgencia es la delimitación geográfica del área. En segundo lugar, se necesita de forma urgente estrechar los lazos con entidades gubernamentales que puedan dar apoyo. La policía debería ser la primera aliada de los guardaparques. Lo que debería buscarse también es generar fuentes de ingreso para estas familias como la Mayanza More. Una retribución monetaria no estaría demás, que podría servir de fondo semilla para proyectos de turismo sostenible, por ejemplo.
Debemos, todos nosotros, poner mayor atención a este tipo de ecosistemas únicos y maravillosos que muchas veces son olvidados por falta de conocimiento y una insuficiente difusión. Huacrupe la Calera es una joya, en la cual se presentan interesante posibilidad de inversión que conduzca al desarrollo sostenible. Ganas de trabajar no le faltan a sus pobladores, como nos lo demuestra Juan Mayanza y los otros 39 guardaparques voluntarios de esta inolvidable área protegida.