Al tercer día del ADP 2-10, las negociaciones todavía tardan en avanzar concretamente sobre los temas clave. Se necesita acelerar el ritmo si se quiere lograr resultados tangibles antes del fin de la semana.
Esta semana se está llevando a cabo la décima parte de la segunda sesión del Grupo de Trabajo Especial sobre la Plataforma de Durban para una Acción Reforzada (ADP 2-10). Negociadores de 195 países de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMUNCC) se reúnen en Bonn, Alemania, hasta el viernes 4 de setiembre, para tratar de reducir las opciones presentes en el borrador del texto de negociación que se va trabajando desde varios meses. Esta reunión es una de las últimas sesiones de las negociaciones oficiales antes de la COP21 de París, que se desarrolla en diciembre, y que tendrá como objetivo la adopción de un acuerdo vinculante entre los países, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de limitar el calentamiento del planeta a menos de 2 grados centígrados comparado a los niveles pre-industriales.
Al tercer día del ADP 2-10 las negociaciones todavía tardan a avanzar concretamente sobre los temas clave. Se necesita acelerar el ritmo si se quiere lograr resultados tangibles antes del fin de la semana.
AFP, la agencia mundial de noticias, enumera los principales puntos de divergencia en las negociaciones que se están desarrollando en Bonn y ConexiónCOP las reproduce a continuación:
Dicho de otra manera, el reparto de los esfuerzos entre países desarrollados, emisores históricos de los gases de efecto invernadero (GEI) responsables del cambio climático, y de los países en desarrollo y emergentes.
De esta controversia fundamental en las negociaciones climáticas surgirán opciones en materia de obligaciones, de mecanismo de transparencia y de revisión de los objetivos nacionales, o sobre la parte que algunos países en desarrollo podrían asumir para respaldar financieramente a los otros países del Sur.
El acuerdo de París aspira a «reafirmar el objetivo a largo plazo de los acuerdos anteriores», en particular mantener el calentamiento por debajo de los 2ºC o incluso 1,5ºC, según el documento de trabajo interno preparado por Francia para la reunión ministerial informal realizada en julio pasado en París. Queda a debate la traducción de ese objetivo en medidas concretas.
La cuestión de la validez temporal del acuerdo, de su actualización en el tiempo y de las formas de reevaluación de los compromisos nacionales también está sobre la mesa.
Los países en desarrollo reclaman que sea precisada la forma cómo los países industrializados cuentan entregar los 100.000 millones de dólares por año prometidos para 2020, con el objetivo de financiar su adaptación a las energías limpias. Por otra parte, quedan por definir los objetivos colectivos e individuales para después de 2020, año en que entrará en vigor el acuerdo. Y cómo reforzar los mecanismos de transferencia de tecnologías.
«Se considera que el acuerdo de París dará la misma importancia política a la atenuación (del cambio climático) que a la adaptación» al calentamiento, que hasta entonces había recibido menor respaldo financiero, según la misma fuente.
¿Cómo hacer entonces para incrementar los financiamientos para la adaptación, cómo alentar a las partes a prever planes de adaptación? Los países también deberán examinar la cuestión sensible de los «daños y perjuicios» resultantes de los impactos inevitables del cambio climático reclamados por los Estados más vulnerables como las pequeñas islas amenazadas de quedar sumergidas.
¿Cómo reforzar la meta en materia de reducción de los GEI para el período anterior a 2020, considerados por los científicos como crucial para mantenerse por debajo de los 2ºC?
¿Cómo incrementar la acción después de 2020 a través de plataformas de cooperación, con la posible participación de actores no estatales (municipalidades, etc.)?
En 2011, los países se pusieron de acuerdo en Durban, Sudáfrica, en alcanzar para 2015 «un protocolo, otro instrumento legal o una solución concertada que tenga fuerza legal», lo cual deja abiertas varias opciones. Desde entonces hubo algunas discusiones y quedan varias cuestiones en suspenso. Entre ellas, decidir si los compromisos nacionales de reducción de los GEI forman parte del acuerdo (que comprometa a los Estados) o van por separado. ¿Cuál será el estatuto de las reglas de transparencia?