El plan tiene como objetivo reducir en casi una tercera parte las emisiones de dióxido de carbono en las plantas termoeléctricas antes de 2030.
La Corte Suprema de EEUU acordó este martes la congelación del Plan de Energía Limpia de Obama, la pieza clave de la estrategia del presidente contra el cambio climático. Se trata de una suspensión temporal, hasta resolver la impugnación presentada por 29 estados y grupos industriales de esta normativa de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) que pretende recortar las emisiones de CO2 incidiendo especialmente en las plantas de carbón para producir electricidad del país.
Sin ser definitivo, este fallo supone un duro golpe para el plan más ambicioso de EEUU para luchar contra el cambio climático y un triunfo para la coalición de estados, la mayoría de ellos republicanos, y líderes industriales que impugnaron el Plan de Energía Limpia asegurando que representa una «toma de poder sin precedentes».
La decisión se tomó por cinco votos contra cuatro. Los cuatro jueces progresistas de la Corte expresaron su desacuerdo con el fallo, tomado con una sorprendente rapidez. De hecho, no es nada habitual que el templo del derecho en Estados Unidos intervenga en un asunto que está aún siendo examinado por jurisdicciones inferiores.
Al suspender temporalmente el decreto, la Corte Suprema indica que la oposición ha presentado un sólido argumento en contra del plan. El mes pasado, un tribunal federal de apelaciones se opuso a suspenderlo.