El acuerdo de París sobre cambio climático, firmado el sábado pasado, limitará las emisiones de gases de efecto invernadero e impactará en el mediano plazo la demanda de petróleo y de sus derivados en el mundo.
El acuerdo de la COP21 en París, firmado el sábado pasado, limitará las emisiones de gases de efecto invernadero e impactará en el mediano plazo la demanda de petróleo y de sus derivados en el mundo.
No obstante, el reemplazo de la demanda de los combustibles fósiles puede demorar, debido a que los actuales precios vuelven competitivo al crudo. Tanto en la región como en el Ecuador, la principal fuente energética es el petróleo y sus derivados, aunque ha existido una mayor promoción de las energías renovables, como la hidroeléctrica y la fotovoltaica en los últimos años.
La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) estima que al 2010 el 41% de las fuentes de energía provenía del petróleo y sus derivados, seguido del 29% del gas natural, en América Latina y el Caribe.
Para René Ortiz, exsecretario de la OPEP, el cambio de fuente de energía es irreversible. Indica que la COP21 de París es un punto más a una tendencia que en el mundo se viene dando desde 1979, cuando hubo la segunda crisis del petróleo. Según los datos que maneja, el consumo de energía que como fuente tiene el petróleo, ha bajado del 47% al 37%, y ha crecido significativamente la instalación de energías fotovoltaica, eólica, hidroeléctrica e incluso nuclear.
Ortiz destaca que los países desarrollados deben apoyar a las regiones en vías de desarrollo con planes para sustituir el petróleo por proyectos de consumo masivo de electrificación.