Bruscos cambios de temperatura registrados en los últimos meses dieron paso también una maduración más lenta de los frutos.
La cosecha del arándano en Chile se realiza entre el fin de la primavera austral y el inicio del verano, lo que le permite llegar a las vitrinas estadounidenses en pleno invierno, fuera de temporada del blueberry de ese país.
En los últimos tres años, sin embargo, el arándano ha estado a merced del cambio climático, variando su producción. Las inusuales lluvias que cayeron en gran parte de Chile en noviembre, causaron un breve atraso en la cosecha de este año, lo que se sumó a una inestabilidad de la temperatura, un fenómeno poco usual en el característico clima mediterráneo del centro y sur chileno.
«Esto está pasando por el fenómeno climático que hay, (el clima) nosotros mismos lo hemos echado a perder», manifestó a la AFP, Patricio García, capataz de un huerto de arándanos de 30 hectáreas, ubicado en la localidad de Chimbarongo.