Los activistas en defensa del medio ambiente no son los únicos que se preocupan por el clima. También los mercados financieros están amenazados por el aumento de las temperaturas. Y la inactividad podría ser cara.
A menos de tres semanas de la conferencia del Clima de la ONU en París, un nuevo estudio vuelve a presionar a la clase política ante la necesidad de tomar medidas para la protección del medio ambiente. El análisis publicado por el Instituto de Cambridge para el Liderazgo Sostenible es uno de los primeros en ocuparse ampliamente de los efectos del cambio climático. Por una parte, los autores anticipan cómo influirá en la economía en los próximos 35 años. Y por otra, los efectos de estas políticas climáticas en los mercados financieros en los próximos 5 años.
Costes a corto plazo, beneficios a largo
Según el estudio, las medidas destinadas a detener el calentamiento global tendrían efectos negativos tanto en la economía financiera como en la real. Sin embargo, a largo plazo generarían un efecto positivo en la situación económica mundial. En caso de alcanzar el objetivo de los dos grados (no superar los dos grados de calentamiento desde la era preindustrial), el rendimiento de la economía global podría aumentar un 20 por ciento más que en un escenario de políticas pasivas y en el que crezca el consumo de energías fósiles.
Durante los próximos años, los inversores se enfrentarán a grandes retos, puesto que los portafolios de inversión podrían perder hasta un 45 por ciento de su valor si no se toman medidas oportunas para proteger el clima. Entre los más afectados estarían los mercados de economías emergentes. Sin embargo, con un compromiso político para alcanzar el objetivo de dos grados, los portafolios perderían inicialmente un valor cercano al 15 por ciento pero, según el estudio, los mercados se recuperarían después más rápido y con más fuerza.