Título en inglés: «The Climate Has Changed» Elaborado por CDP / We Mean Business ¿Cuándo se publicó? 2014 DESCÁRGUELO AQUÍ Información básica Financiamiento: Fondos privados y públicos Política para citar: Libre de uso Número de páginas: 32 Resumen ejecutivo: Sí Idioma: Inglés ¿De qué trata el informe? El documento explora la contribución del sector privado… Ver artículo
Título en inglés: «The Climate Has Changed»
Elaborado por
CDP / We Mean Business
¿Cuándo se publicó?
2014
Información básica
¿De qué trata el informe?
El documento explora la contribución del sector privado a la transición a una economía baja en carbono, en base al análisis de tendencias y evidencia recabada de empresas líderes a nivel mundial en seis regiones estratégicas. El reporte responde las siguientes preguntas:
¿Qué temas pueden interesarle?
Este reporte le será valioso si está investigando los siguientes temas: enfoque de negocios de la acción frente al cambio climático, iniciativas, motivaciones y retornos de inversión sobre reducción de emisiones por parte del sector privado y recomendaciones de política sobre mitigación del cambio climático.
¿Qué información puede encontrar sobre América Latina?
Encontrará información específica sobre iniciativas y retorno de inversión en proyectos de reducción de emisiones en Brasil.
EL REPORTE EN DETALLE
El informe destaca el creciente impulso para el cambio que está ocurriendo a lo largo de diferentes economías y sectores a escala mundial. Con mayor conocimiento sobre los riesgos y oportunidades en torno al cambio climático, miles de empresas líderes reconocen que la transición a una economía baja en carbono, que desacopla las emisiones del producto bruto interno (PBI), es la única manera de asegurar un crecimiento económico sostenible.
Estrategias bajas en carbono
El clima de negocios ha cambiado: cada vez más compañías manejan estrategias y hacen inversiones bajas en carbono. Entre el 2012 y 2013, 1.450 compañías reportaron reducciones de emisiones anuales de 420 millones de toneladas de CO2eq, a través de inversiones de US$170 miles de millones. Se identificó que los factores más relevantes que influyeron la inversión fueron mejor reputación, cambios en la demanda de los clientes, condiciones climáticas cambiantes (por ejemplo, en el sector alimentos) y regulación. En general, las empresas invierten en proyectos que les ayudan a prepararse para el futuro.
Las estrategias bajas en carbono tienen sentido desde el punto de vista empresarial, en muchos casos tienen tasas internas de retorno o TIR (IRR, por sus siglas en inglés) muy altas. Medidas como simples cambios de comportamiento (apagar las computadoras al final del día, etc.) tienen en promedio un TIR de 88% y representan “ganancias fáciles” en todos los sectores. Por otro lado, algunas inversiones con TIR más bajos (de 6% a 20%). como las energías renovables, devienen en mayores reducciones de emisiones. La compañía Apple, por ejemplo, ha implementado sus centros de datos con 100% de energías renovables.
Otras iniciativas, fomentadas mediante regulación de productos, sin especificar tipo de tecnologías, como la eliminación gradual de lámparas incandescentes (Europa) o la etiqueta Energy star (Estados Unidos), han logrado estrategias win-win, al satisfacer la demanda y crear oportunidades para nuevos productos que resultan en innovaciones, como software de WIPRO para manejo de energía, entre otros.
Resultados positivos
Si bien los resultados muestran que la mayor parte de los esfuerzos no se alinean aún con las metas de mitigación requeridas para limitar el aumento de temperatura a 2°C, se demuestra que existe la voluntad de hacer más. El reporte destaca que 110 empresas superan dichos requerimientos y a la vez obtienen mejores retornos financieros en la mayoría de regiones con un TIR promedio de 27% en sus inversiones bajas en carbono. Estas empresas balancean sus portafolios con proyectos bajos en carbono con altos retornos financieros y aquellos que logran mayores reducciones de emisiones pero individualmente no pasan la valla o tienen menores TIR (en USA esa valla es 15%). Esto les permite innovar, hacer inversiones financieras de más largo plazo y más proyectos.
Se concluye que los gobiernos necesitan reconocer las enormes oportunidades de las inversiones bajas en carbono y dar señales correctas con políticas de largo plazo claras, como estándares robustos de eficiencia energética (TIR 23% en promedio, el cual alcanza 46% en Sudáfrica y hasta 80% en Estados Unidos), eliminación de subsidios a energías fósiles con altas emisiones, etc. Sin embargo, para lograr mayores avances, las políticas deben crear demanda, incentivar la adopción de opciones con mayor potencial de reducción de emisiones, y donde las “ganancias fáciles» son menos disponibles, haciéndolas más atractivas financieramente y persuadir al sector privado a priorizar estas inversiones con horizontes de más largo plazo.