El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, aboga por una reforma ambiciosa para reducir las emisiones de las plantas energéticas un 32% en 2030 con respecto a los niveles de 2005.
“El cambio climático no es un problema para otra generación. Ya no”, dijo el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, el pasado sábado al anunciar una nueva normativa “para combatir el cambio climático”. La reducción de las emisiones de carbono, que formaba parte de las propuestas del demócrata desde el inicio de su presidencia, fue sustancialmente apartado en 2010, cuando la reforma de la sanidad pública se convirtió en el tema candente de la política en Estados Unidos. Ahora Obama quiere volver a los orígenes, y aboga por una reforma ambiciosa para reducir las emisiones de las plantas energéticas un 32% en 2030 con respecto a los niveles de 2005, lo que supone un 2% más que en la propuesta anterior formulada por la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense (EPA, en sus siglas en inglés).
“Plan de Energía Limpia”
El plan contra el cambio climático de Obama recoge las líneas que la EPA anunció en septiembre de 2013 y que tenía como objetivo la reducción de las emisiones en un 30% para 2030. La versión definitiva aumenta esa meta hasta el 32%. Obama afirmó que la versión final del “Plan de Energía Limpia” representa “el paso más grande y más importante que hemos tomado nunca para combatir el cambio climático”.