Tras décadas de inacción (o de acciones muy limitadas), 195 países discutirán dentro de una semana en París un pacto global contra el calentamiento.
«Los niños que nacen hoy vivirán el fin de siglo», advertía la pasada semana Gilles Pargneaux, el parlamentario que se ha encargado de coordinar la ponencia de la Eurocámara sobre la cumbre del Clima (COP21) que arranca dentro de una semana en París. Para el año 2100, cuando tengan 85 años, las previsiones son desoladoras. Si se continúa con el ritmo actual de emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura media global aumentará entre 3,7 y 4,8 grados respecto a los niveles preindustriales, alertan los científicos. Habrá más fuertes y más cantidad de desastres naturales. Pargneaux (y los climatólogos) habló de ciclones, inundaciones, sequías…
Desde que los científicos empezaron a informar del cambio climático en los años setenta del siglo XX, el ser humano no ha parado de aumentar los gases de efecto invernadero que expulsa a la atmósfera, responsables del calentamiento. En 1970, se emitieron 27 gigatoneladas de CO2 equivalente. En 2010, eran ya 49 gigatoneladas anuales. Estos gases, principalmente el dióxido de carbono, impiden que las radiaciones infrarrojas que emite el planeta al calentarse salgan al espacio, con lo que la temperatura sube. A más concentración, menos cantidad de radiación salen y más se calienta la Tierra.