Casi 530 millones de niños viven en zonas altamente propensas a las inundaciones, de los cuales más de 300 millones habitan en países donde el 50 por ciento o más de la población vive con menos de 3.10 dólares diarios, según el Unicef.
Los menores de edad sufrirán de manera desproporcionada los efectos del cambio climático, en especial aquellos que viven en zonas de extrema pobreza, reveló este un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Apuntó que el cambio climático genera más sequías, inundaciones, olas de calor y otros fenómenos meteorológicos extremos, lo que contribuye a la propagación de malnutrición, paludismo y diarrea, que son unas de las principales causas de mortalidad de menores.
Esas enfermedades pueden obstaculizar el desarrollo temprano de los niños, con secuelas a menudo irreversibles, alertó el Unicef.
Resaltó que el cambio climático puede generar un círculo vicioso, ya que un niño privado de agua y saneamiento adecuados sufrirá en caso de inundación, sequía o fuerte tormenta, tendrá menos probabilidad de recuperarse rápidamente y correrá riesgo mayor en una crisis posterior.