Foto: Flickr de IISD Reporting Services
Los diplomáticos comenzaron a abordar este jueves en Bonn (Alemania) uno de los meollos de las estancadas negociaciones sobre el clima.
“Hubo verdaderos avances sobre este tema”, dijo a la prensa Julie-Anne Richards de la ONG Climate Justice Programme, que defiende los derechos de los países en desarrollo.
Lo que está en juego es un fondo anual de 100.000 millones de dólares para “daños y perjuicios”, destinado a ayudar a partir de 2020 a los países en desarrollo confrontados al cambio climático.
La idea es apuntalar la reducción de sus emisiones de gases contaminantes e indemnizarlos, de alguna forma, por los daños padecidos a causa de los fenómenos extremos que ya generan los que emitieron los países ricos en dos siglos de industrialización.
“Constato que se ha producido un enorme cambio, especialmente de parte de los países desarrollados”, dijo a la AFP Amjad Abdulla, representante de las islas Maldivas y vocero de la Alianza de los pequeños Estados isleños (AOSIS).
Como siempre, el problema son los detalles. El caso de las islas del Pacífico de escaso relieve amenazadas con quedar sumergidas por las aguas de los océanos se defiende solo. ¿Pero qué ocurre con el impacto de sequías, inundaciones y huracanes en países pobres de otras regiones?
“México, como país vulnerable que es, lo entiende muy bien”, dijo a la AFP el principal negociador de ese país en Bonn, Roberto Dondisch. “Pero también entendemos que es un tema muy complicado”.
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