Hasta el momento sólo se tenía en cuenta la acción del hombre en las zonas verdes, pero es importante que se empiece a pensar en proteger a los animales que viven en ellas.
Todos los animales y plantas tienen su papel en la naturaleza, y cuando se van perdiendo especies una tras otra, sin dejar que el ecosistema se adapte al final lo que puede ocurrir es que la zona se convierta en un paraje yermo.
De hecho, según un estudio realizado por investigadores españoles, colombianas y brasileños de la Universidad Estatal Paulista (UNESP), junto a científicos de Inglaterra y Finlandia, la extinción de los grandes animales aceleraría el cambio climático.
Los animales frugívoros, es decir, aquellos que se alimentan de frutas, son los encargados de regenerar los bosques. Se comen los frutos una vez maduros que cogen de las plantas, y las semillas pasan por su tracto digestivo manteniéndose intactas. Cuando son expulsadas, están limpias y, además, disponen de fertilizante natural que les servirá para empezar con buen ‘pie’.