A través de la repotenciación del mecanismo REDD+, los países en desarrollo podrán implementar en conjunto acciones para evitar la deforestación y promover un manejo forestal sustentable. Actualmente el 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero en América Latina provienen del sector de uso del suelo, del cual 30% se genera por deforestación de bosques.
Los árboles cumplen un rol muy importante en la lucha contra el cambio climático. Son importantes almacenadores de carbono, y evitan el calentamiento del planeta. Para prevenir la deforestación y promover el cuidado de los bosques, en la Conferencia de las Partes (COP) del 2007, que se desarrolló en Bali (Indonesia), se creó el Programa de Reducción de las Emisiones derivadas de la Deforestación y Degradación de los bosques (REDD+). REDD+ es un mecanismo de mitigación establecido por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que busca generar incentivos positivos a los países en vías de desarrollo para proteger sus recursos forestales, y usarlos de manera sostenible.
Para fortalecer el trabajo de REDD+, en el acuerdo universal sobre cambio climático que se firmó durante la COP21 de París, en diciembre del año pasado, se legitimó y repotenció el mecanismo, reconociendo así el rol de los bosques en la lucha contra el cambio climático. De esa manera esta importante herramienta voluntaria está lista para su implementación por los países en desarrollo, que permitirá mitigar los efectos del cambio climático.
Lea más: Infografía: Las 10 claves del Acuerdo de París sobre cambio climático
Milagros Sandoval, gerente de políticas ambientales de Conservación Internacional Perú, sostiene que se tenía claro que REDD+ podía implementarse hasta 2020. Lo que se hace ahora con el nuevo acuerdo universal es reconocer su importancia, que permite a los países incluir la herramienta como parte de sus aportes para mitigar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
“Dependerá de cada país incluir o no el mecanismo en sus contribuciones. Asimismo se incluyó una mención expresa en la sección de finanzas que es muy importante para asegurar el financiamiento de esta herramienta”, indica Sandoval.
El artículo 5 del Acuerdo de París hace referencia al mecanismo REDD+ y establece que los países de la CMNUCC deben de tomar acciones para incrementar los sumideros y reservas de GEI, incluyendo en los bosques. Adicionalmente en su segundo párrafo el artículo alienta a los países a tomar parte de la implementación y el apoyo (financiero, técnico, entre otros) de los marcos establecidos bajo la Convención para reducir las emisiones por deforestación y degradación forestal, del mismo modo se promueve el manejo forestal sustentable.
Teniendo en cuenta que actualmente el 50% de emisiones en América Latina provienen del sector de uso del suelo, del cual 30% proviene de la deforestación, Josefina Braña – Varela, directora del equipo de REDD+ en Colombia de World Wildlife Fund for Nature (WWF), indica que el acuerdo alienta a los países desarrollados a proveer a los países en vías de desarrollo el apoyo necesario para reducir emisiones en el sector forestal.
“Las nuevas disposiciones internacionales representan una buena base para el trabajo conjunto entre países en desarrollo y desarrollados para atacar las causas de la deforestación y la degradación”, explica Braña – Varela.
Al presentar cada país un contexto distinto, la deforestación se evita con políticas nacionales, sin embargo existe la necesidad de un trabajo coordinado por parte de los países amazónicos, para identificar y hacer frente a las causas de la deforestación y degradación de uno de los ecosistemas más importantes del mundo. Actualmente se ha perdido el 17% de los bosques tropicales en Latinoamérica, y si se continúa en la misma línea de deforestación se perdería el 25% de los bosques tropicales en el 2020.
Milagros Sandoval indica que Latinoamérica tiene un gran potencial en relación al sector forestal para aportar a la mitigación de GEI.
“REDD+ es una importante opción y así lo dejan ver los avances que tienen los países de la región en la implementación de esta herramienta tales como Brasil, Ecuador, Colombia y el Perú”, explica.
Lea también: Una cuarta parte de la Amazonía se perdería al 2020 si se sigue deforestando como ahora
“El Amazonas ya está mostrando signos de degradación debido al cambio climático. La frecuencia de las sequías y las inundaciones han aumentado, lo cual probablemente está relacionado al cambio climático. La tendencia hacia un aumento en los eventos extremos de precipitación puede causar la muerte de ramas y árboles debilitando la salud del bosque en general”, sostiene Braña – Varela
Para hacerle frente a las problemáticas de los países con bosques tropicales, se pueden desarrollar estrategias nacionales enfocadas en el trabajo con REDD+. Es necesario establecer un sistema de monitoreo que permita dar seguimiento a las acciones y programas. Cada país debe establecer procesos participativos que involucren a las comunidades indígenas, la sociedad civil, las empresas, entre otros. “La coordinación regional entre los países amazónicos es crucial para evitar procesos de “fuga de emisiones”; en otras palabras para evitar que la deforestación se desplace de un lugar a otro en lugar de ser erradicada”, explica Braña – Varela.