Los países llamaron a impulsar la planificación y aplicación de medidas de adaptación, fortalecer los negocios innovadores, promover políticas a favor de tecnologías limpias y la movilidad urbana sostenible.
Los ministros de Ambiente y representantes de 28 países latinoamericanos y del Caribe acordaron acelerar sus políticas contra el cambio climático para evitar una «catástrofe» y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
La XXI Reunión del Foro de Ministros de Medio Ambiente de la región, que tuvo lugar desde en Argentina, concluyó con la firma de la Declaración de Buenos Aires, en la que los participantes fijaron las prioridades para los próximos años en las áreas de cambio climático, contaminación, biodiversidad y ecosistemas, y eficiencia de recursos.
En un comunicado, la Secretaría de Ambiente argentina detalló que en el Foro se pactó intensificar los esfuerzos para reducir la basura marina, acelerar la acción climática, potenciar la cooperación para la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas, y transitar hacia la producción y el consumo sostenibles.
Tras mostrar «preocupación» por el reciente informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, que alertaba de los efectos de un calentamiento en la Tierra de 1,5 y 2 grados para finales de siglo, llamaron a emprender políticas «urgentes y ambiciosas» en línea con los Acuerdos de París para evitar la «catástrofe climática».
En esta materia, llamaron a impulsar la planificación y aplicación de medidas de adaptación, fortalecer los negocios innovadores, promover políticas a favor de tecnologías limpias y la movilidad urbana sostenible, y aumentar el apoyo a los pequeños estados insulares en desarrollo.
Asimismo, recordaron a los países más desarrollados sus «compromisos de cooperación financiera» acordados en París.
La contaminación fue otro de los ejes del encuentro, del que surgió una llamada establecer planes nacionales y regionales contra la basura marina a través de restricciones al plástico, la investigación y el desarrollo de materiales alternativos, la gestión racional de desechos y el control de la calidad del agua en las distintas etapas de su recorrido al mar.
Las naciones latinoamericanas pidieron a la ONU su apoyo para constituir un grupo de trabajo que contribuya al cierre de los basureros informales, «una práctica que amenaza la calidad de los recursos naturales de la región y la salud de sus habitantes».
De cara a la producción y el consumo, las delegaciones acordaron fortalecer el diseño de políticas que favorezcan los patrones sostenibles en este campo, tomando como base el conocimiento científico, y pidieron apoyo financiero internacional para desarrollar un programa al respecto.
Por último, los países del grupo instaron a crear y expandir áreas protegidas para alcanzar las Metas de Aichi del Convenio sobre Diversidad Biológica para 2020, y a «aumentar la calidad de la conversación» sobre biodiversidad y ecosistemas.