Es una declaración histórica, firmada en la misma isla alemana donde se selló una análoga declaración contra el uso de las armas nucleares.
Después de la encíclica del papa Francisco, y del reciente Y contundente compromiso de China, 36 premios Nobel han expresado públicamente su preocupación sobre las consecuencias del cambio climático, y han pedido a los líderes de todo el mundo actuar para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. En una declaración firmada en la isla de Mainau, en el lago de Constanza (sur de Alemania), los galardonados con el máximo reconocimiento a la carrera científica recuerdan que hace 60 años en la misma isla se firmó una análoga declaración contra el uso de las armas nucleares, más conocida como Declaración de Mainau. Entonces fueron 18 los laureados que la redactaron –entre ellos los físicos Werner Heisenberg, Otto Hahn y Max Born– a los que se añadieron más tarde otros 52 premios Nobel.
Creemos que nuestro mundo afronta hoy,” escriben en su declaración de hoy, “otra amenaza de una magnitud comparable [a la de hace 60 años]”. Según los científicos más reputados del planeta, el cambio climático es una realidad que pone en peligro el bienestar de la humanidad entera. “Generaciones sucesivas de científicos –añaden– han ayudado a crear un mundo cada vez más próspero. Esta prosperidad se ha conseguido a costa de un rápido aumento del consumo de los recursos del planeta. Si no se revisa, nuestra cada vez mayor demanda de alimentos, agua y energía acabará por sobrepasar la capacidad que tiene la Tierra para satisfacer las necesidades de la humanidad, y llevará a una tragedia humana a gran escala. Los científicos que estudian el clima en el planeta están observando ya el impacto de la actividad humana”.