Un estudio de investigadores anticipa que las lluvias serán más intensas y las olas de calor, más largas; esos problemas se repetirán hasta fines de siglo.
Las precipitaciones extremas y el aumento promedio de las temperaturas son los efectos más nocivos que el cambio climático provoca y provocará en la Argentina hasta fines de siglo.
Estos dos fenómenos producen, según la región que se analice, una mayor cantidad de inundaciones, por un lado y, sequías, por el otro; olas de calor más prolongadas e intensas en los centros urbanos; propagación de enfermedades, como el dengue, y derretimiento de glaciares, entre otros.
Así lo alertan los investigadores del Conicet Vicente Barros e Inés Camilloni en el libro La Argentina y el cambio climático. De la física a la política (Eudeba, 2016), presentado en la sede del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). La alerta llegó en un año de intensas lluvias y desbordes de ríos y lagunas que han dejado ciudades bajo el agua en varias provincias, rutas anegadas y pérdidas millonarias en el sector de la producción agrícola. Los datos que el SMN recopila desde hace 145 años revelan que el volumen de lluvias creció 20% entre 1961 y 2010 y que la temperatura, en promedio, subió 0,5°C.
Para los próximos 25 años se proyecta una aceleración de ese aumento y la región con mayores cambios sería el noroeste del país, con subas de hasta el 1,5°C.
«Un aspecto negativo de las crecientes precipitaciones de las últimas décadas son las cada vez más frecuentes inundaciones. Éstas constituyen las catástrofes de origen natural que mayores daños económicos y sociales causaron en la Argentina en los últimos tiempos», se sostiene en la publicación, que fue editada por Eudeba.
En otro estudio del Banco Mundial se indica que, en 2015, sólo en la provincia de Buenos Aires las lluvias afectaron 800.000 hectáreas y se perdieron casi 6000 cabezas de ganado. Esto representó pérdidas por 652 millones de dólares.
Según se consigna en el reporte, el costo de las inundaciones ribereñas implica el 49% del total anual por desastres naturales, mientras que el de las inundaciones urbanas significa otro 46%. El informe fue hecho el año pasado por un equipo de expertos en desarrollo sostenible, medio ambiente y recursos naturales. En total calcularon que los daños causados por el agua equivalen cada año al 0,7% del Producto Bruto Interno (PBI).