Por Patricio Roulier Pazos – TUNZA – @PatricioRP Argentina presentó el informe final sobre la Tercera Comunicación sobre Cambio Climático. El mismo fue expuesto en diversas etapas por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable del País. Durante la primera presentación de la Tercera Comunicación se expusieron los modelos climáticos que habían sido presentados meses… Ver artículo
Argentina presentó el informe final sobre la Tercera Comunicación sobre Cambio Climático. El mismo fue expuesto en diversas etapas por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable del País. Durante la primera presentación de la Tercera Comunicación se expusieron los modelos climáticos que habían sido presentados meses atrás y que se desarrollaron por el Centro de Investigación del Mar y la Atmósfera.
Luego, y siendo muchos los interesados, se dio a conocer la cifra oficial sobre el Inventario de Gases de Efecto Invernadero (GEI):
Argentina genera el 0,88% de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el mundo. El 43% se observa en el sector energía, que contiene la industria de la energía en un 32%, el transporte 30%, las industrias manufactureras y construcción 12%, otros sectores 20%, y el petróleo y gas natural contribuyen en 6%. El sector de la agricultura y ganadería aportan un 27% de las emisiones, este viene dado en su mayoría desde la ganadería bovina. El uso del suelo y silvicultura se alzan en un 22%, y este incluye la problemática de la deforestación. La producción de alimentos representa el 22%, los residuos alcanzan el 6% y los procesos industriales el 3%.
Puedes encontrar un artículo detallado sobre la totalidad del informe aquí.
Desde la última década en Argentina se aumentó el 18% de nuestras emisiones, y si se observan los contextos sociales y económicos que atravesó la ciudadanía argentina, se puede referenciar la crisis del año 2001 donde todas las actividades se vieron afectadas por la debacle. Esta crisis detonó en una disminución de los GEI que luego, evidentemente fueron aumentando.
La comunicación nacional de Argentina está formulada por cuatro componentes:
Componente 1 Aprovechamiento del Potencial Nacional para la Mitigación del Cambio Climático
Componente 2 Fortalecimiento de la Agenda Nacional de Adaptación
Componente 3 Fortalecimiento Institucional, Desarrollo de Capacidades y Manejo de la Información
Componente 4 que apunta a la Gestión del Proyecto.
Posibles medidas de mitigación
Desde el sector Energía se pueden considerar: calefactores solares para calentamiento de agua sanitaria; sistemas economizadores de agua caliente; cambio modal en el transporte de carga; captura y almacenamiento geológico de carbono en centrales térmicas, entre otras. Además es posible pensar en la industria en una mejora en la eficiencia de motores eléctricos; generación de energía y/o cogeneración a partir de biomasa; reciclado de chatarra en la industria siderúrgica.
Respecto a la Agricultura y la Ganadería, que es la mayor actividad económica del país, las medidas pueden orientarse a la rotación de cultivos, eficiencia en el uso de fertilizantes nitrogenados, quema de caña de azúcar, aumento en la tasa de destete, reducción de la deforestación, etc.
En relación a los Residuos Sólidos Urbanos las medidas podrían orientarse a la gestión integral de los mismos en cada una de las localidades del país promoviendo la separación en origen, el compostaje y la creación de rellenos sanitarios con captura.
Opiniones
El escenario previsto hacia 2030 es un crecimiento del 2,3% anual en la emisión de gases de efecto invernadero. ¿Seguiremos, los argentinos, permitiendo este crecimiento? Cómo ciudadanos, más allá de las políticas implementadas es indispensable informarse y conocer como mitigar nuestros impactos para contribuir a la reducción de la emisión de gases.
No obstante, la clave para adaptarnos y mitigar el cambio climático se debe focalizar en las ciudades ¿dónde más sino? En los centros urbanos es donde desarrollamos nuestras actividades y debemos hacer frente al siguiente desafío: Crecer y desarrollarlos pero teniendo una economía baja en emisiones.