El país reducirá a un ritmo mayor el volumen de derechos de emisión que asigna a las industrias y limitará los sectores que pueden contaminar sin coste.
La Comisión Europea ha puesto la primera piedra para hacer realidad el compromiso de recortar más intensamente las emisiones de dióxido de carbono en los próximos años. Bruselas reducirá a un ritmo mayor el volumen de derechos de emisión que asigna a las industrias y limitará los sectores que pueden contaminar sin coste. El plan, presentado por el comisario de Energía, Miguel Arias Cañete, incluye un rediseño del mercado eléctrico para fomentar las renovables y estimular el autoconsumo.
Europa pisa el acelerador ante la proximidad de la cumbre del clima que Naciones Unidas celebrará en París a final de año y en la que el mundo tratará de fijar objetivos ambiciosos para luchar contra el calentamiento global. El Ejecutivo comunitario hizo pública su propuesta para lograr en 2030 un descenso del 40% en las emisiones de carbono respecto a los niveles de 1990. Los países miembros y el Parlamento Europeo deberán ahora transformar esta iniciativa en una ley firme, algo que puede demorarse dada la cantidad de intereses que rodean este paquete de energía y clima.