(Foto: Flickr de Richard Masoner).
En la actualidad Japón es uno de los cuatro mercados más grandes de paneles solares. La capacidad de la energía renovable se ha triplicado, mientras en la nación se cierran cada vez más plantas de petróleo y reactores nucleares.
Una a una, Japón está apagando sus plantas de energía impulsadas por petróleo y, tras el desastre ocurrido en Fukushima, la energía solar se está alzando como la principal alternativa de la nación.
La energía solar está a punto de convertirse en un negocio rentable en Japón este trimestre, de acuerdo con la Fundación de Energía Renovable (JREF), liberándola de subsidios gubernamentales y logrando que el país sea el último de las economías del G7 donde esta tecnología se volvió económicamente viable.
En la actualidad Japón es uno de los cuatro mercados más grandes de paneles solares y un alto número de plantas están por llegar, en zonas como Kato y Okoyama, ambos al oeste de Osaka.
“La energía solar ha llegado a Japón y a partir de ahora empezará a reemplazar la importación de urano y combustibles fósiles”, sostuvo Tomas Kåberger, presidente Ejecutivo de JREF en una nota de Reuters.
En marzo del 2016, Japón retirará casi 2.4 gigavatios de plantas impulsadas por petróleo, negocios altamente costosos y que originan gran polución. Además, desde el desastre de Fukushima en el 2011, 43 reactores nucleares han sido cerrados.
En paralelo, la capacidad de la energía renovable se ha triplicado y hoy alcanza los 25 gigavatios, de los cuales un 80% corresponden a la energía solar.
Incluso Exxon Mobil, la gigante petrolera estadounidense, ha estimado que la capacidad de la energía solar puede crecer 20 veces entre el 2010 y el 2040.
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