República Dominicana debe tomar medidas puntuales para la adaptación al fenómeno.
El turismo, buque insignia de la economía de la República Dominicana, es uno de los sectores productivos más vulnerables a los efectos del cambio climático de no tomarse las medidas de mitigación y adaptación al fenómeno. Así queda evidenciado en el informe final “Puntos Críticos para la Vulnerabilidad a la Variabilidad y Cambio Climático en la República Dominicana y su Adaptación al mismo”, elaborado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) como parte de su programa de Protección Ambiental.
Dicho estudio, refleja que las provincias costeras con mayor capacidad habitacional, como La Altagracia, San Pedro de Macorís, el Distrito Nacional y Puerto Plata, se encuentran en situación altamente crítica, seguida por Sánchez Ramírez, Samaná, Barahona, Santo Domingo y San Cristóbal. En el caso de La Altagracia, las fuertes presiones del actual sistema de aprovechamiento turístico y el manejo inadecuado del territorio, empiezan a ocasionar elementos de deterioro de los recursos naturales, con un alto porcentaje de acuíferos subterráneos afectados por la salinización ligada a la intrusión marina.