De acuerdo con la información científica que la epidemióloga presentó, se espera que la temperatura en Puerto Rico continúe aumentando de dos a cinco grados Farenheit en los próximos 20 o 30 años.
Los efectos del cambio climático son evidentes en la salud de los puertorriqueños, según afirmó la epidemióloga del Estado, Brenda Rivera García, durante una presentación que hizo para Sociedad de Microbiólogos de Puerto Rico.
Y es que según se desarrollan las olas de calor por el calentamiento global, eventos de mucha lluvia o de extrema sequía, y empeora la calidad del aire, las poblaciones están en riesgo de contagiarse con algunas enfermedades o se vulnera aún más la posibilidad de tener acceso a alimentos seguros.
En Puerto Rico, una de las muestras más claras se relaciona con los números de los casos por dengue y chikungunya.
Según ilustró la especialista en salud pública, la epidemia de dengue de 2010, en la que se registraron 44 muertes por esa enfermedad, ocurrió en un contexto de mucha lluvia. “Ese año, no paró de llover luego de la temporada de lluvia, lo que permitió que temprano en el año comenzaran los casos de dengue”, señaló ante el aumento de la posibilidad de acumulación de agua que sirve de criadero para los mosquitos que transmiten el virus.