La adaptación es vital para la zona, de las más remotas del país, propensa a huracanes y con los suelos menos fértiles.
En comunidades vulnerables de los municipios de Bluefields, Laguna de Perlas y Corn Island (Isla del Maíz), ubicados en la Región Autónoma del Caribe Sur (RACS) de Nicaragua, y habitados principalmente por indígenas y afrodescendientes, varios organismos ejecutaron el proyecto “Ciudadanía preparada ante el cambio climático“.
“El proyecto trata de que, antes de llegar al desastre, se cambien actividades, se tomen medidas y se sensibilice a la población“, explicó la coordinadora del proyecto por parte del organismo Global Communities, Ericka Aldana.
Ese proyecto, ejecutado desde noviembre de 2014 a septiembre de 2016, permitió a los pobladores caribeños crear sus propios “planes de adaptación”, elaborados mediante un “proceso de intercambio de saberes, visitas al terreno y planteamiento de soluciones” por parte de los mismos, aseguró Aldana.
Tres años de cambios
La coordinadora del proyecto por parte del ambientalista Centro Humboltd, Maura Paladini, dijo que las afectaciones por el cambio climático en esa zona del país se empezaron a notar hace tres años.
Entre otros, se comenzó a notar un cambio drástico en el clima en esa zona del país, a decrecer las lluvias y a aumentar las temperaturas, indicó.
Eso provocó la “salinificación de las aguas“, el aumento del nivel del mar y de su temperatura.
También una disminución en la disponibilidad del agua para el uso y consumo humano, y el aumento de enfermedades como la hipertensión, incluso en población joven, anotó Paladini.
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