Según un estudio, la adaptación al cambio climático está menos vinculada a la protección de las personas vulnerables.
Un equipo de investigadores de la University College of London ha demostrado que las ciudades más desarrolladas invierten cada año un porcentaje mucho mayor de su producto interno bruto (PIB) que las urbes más pobres en medidas para adaptarse a los impactos del cambio climático.
Así lo publicó la revista británica «Nature», que advierte de que el gasto destinado para la adaptación al cambio climático está más vinculado con el capital que con la protección de las personas vulnerables.
La mayoría de la población mundial reside actualmente en ciudades, y los centros urbanos se encuentran cada vez más en riesgo por el clima extremo y la escasez de agua y energía producto del calentamiento global. Esta situación afecta a la salud, la economía y los ecosistemas.
El científico Lucien Georgeson y su equipo analizaron la financiación que 10 megaciudades del planeta (ciudades con una población mayor a los tres millones o con su PIB entre los 25 primeros del mundo, o ambos factores juntos) dedicaban a medidas para adecuarse a las nuevas condiciones, como mejores sistemas de desagüe, defensas costeras e infraestructuras más resistentes.
Descubrieron que en el 2014/2015 se destinaron 223.000 millones de libras (más de 309.000 millones de dólares), un 0,38% del PIB global, a la adaptación al cambio climático alrededor del mundo, y que la mayor parte de este gasto se produjo en las metrópolis más desarrolladas.