En esta entrevista, Rosa Morales, coordinadora de Negociaciones del Ministerio del Ambiente de Perú, anfitrión de la COP20, detalla que algunas naciones de Latinoamérica consideran que es tiempo de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Entrevista de Pilar Celi Frías (@pilicefri)
– ¿Qué se busca en las negociaciones de las COP?
A lo largo de 20 años se han firmado muchos acuerdos dentro de las negociaciones, a pesar de que algunos países no han cumplido con los pactos. Lo que se busca ahora es que a partir del 2020 se tomen acciones para cumplir con el objetivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que es reducir los gases de efecto invernadero (GEI) en los países miembros, para que las concentraciones de estos gases no tengan efectos negativos en el planeta, y también para que los habitantes se puedan adaptar a los impactos del cambio climático.
– ¿Qué va a negociar Latinoamérica en la COP20?
Latinoamérica es un continente sumamente diverso y hay un debate muy importante que tiene que ver con la inclusión del tema de adaptación dentro del concepto de contribuciones. Algunos países de las islas se niegan a hacerlo. Sin embargo, las naciones del ALBA, del AILAC y otras menos desarrolladas están de acuerdo. Por el lado de la mitigación hay países latinoamericanos que piensan que ya es hora de reducir sus emisiones y otros piden que primero las naciones desarrolladas reduzcan sus GEI. Dentro de las negociaciones, algunos países del bloque AILAC consideran que pueden aportar al Fondo Verde del Clima, aunque sea de manera moderada o con montos pequeños, dada la escala de sus propias economías y hay países latinos que les parece que no se debe contribuir hasta que las naciones desarrolladas no den las subvenciones que les corresponde.
Un vistazo a las negociaciones sobre cambio climático
– ¿Durante las negociaciones entran en conflicto los países en desarrollo con los países desarrollados?
Claramente en las negociaciones, y no solo en esta, la dicotomía de país en desarrollo y país desarrollado persiste. Entonces, más que conflicto, yo diría que hay realmente una negociación. Quizá en este momento es importante considerar que las naciones desarrolladas fijaron determinados compromisos y, debido a ello, la discusión persiste, pues el pedido de los países en desarrollo es que los cumplan.
– ¿En qué están de acuerdo las naciones en desarrollo y las naciones desarrolladas?
Principalmente en que los países desarrollados deben liderar los compromisos y son los que tienen que llevar al mundo a reducir las emisiones y a adaptarse al cambio climático.
– ¿En qué momento se harán esos compromisos y de qué manera?
El 19 y 20 de noviembre del 2014 hay una reunión de alto nivel: la conferencia de capitalización del Fondo Verde de Berlín, en la que los países desarrollados deben decir a cuánto ascenderá su aporte al Fondo Verde para el Clima (FVC) y así cumplir con los compromisos que adquirieron de acumular 100 mil millones de dólares al 2020 de manera anual.
– ¿Cuáles serían los puntos más importantes a nivel global a tratar en la negociación de la COP20 en Lima?
Lo primero es lograr que el borrador de acuerdos se avance lo antes posible. Mientras más claras estén las posiciones y los consensos, será mucho mejor. En segundo lugar, es importante obtener en Lima la decisión sobre la información que acompañará a las contribuciones nacionales para saber si los países van a estar en la capacidad de aportar en marzo de 2015; y, con la información que permita entenderla, compararlas, saber si serán nacionales o sectoriales. En tercer lugar está la decisión sobre la “Ambición pre 2020”: en la Cop20 se tendría que empujar más ese trabajo. Es fundamental lo que se acuerde en Lima para que en París se tome la decisión de que se ejecutará.
– ¿Los países en desarrollo estarían en condición de negociar mecanismos para que las naciones industrializadas, que son las que emiten mayor cantidad de GEI, puedan aminorar sus emisiones?
El Protocolo de Kioto ya establece eso. Entonces, una señal política muy importante es que el cumplimiento del segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto esté bien explícito en las decisiones que salgan de la reunión en Lima. Con el nuevo acuerdo se tendría una especie de nuevo régimen climático. Sin embargo, la experiencia anterior y los cumplimientos anteriores son relevantes. Es parte de la negociación establecer mecanismos para que los países desarrollados cumplan sus compromisos.
– Hay esta sensación de que los países muchas veces no cumplen los acuerdos. ¿Se podría esperar que en Lima cambie eso y exigir el cumplimiento de las negociaciones?
Creo que si hay una decisión de información es una señal política bien importante en la que los países puedan decir: “Estamos dispuestos a presentar nuestras contribuciones a principios del 2015 de manera soberana y considerando nuestras propias circunstancias nacionales”. Del mismo modo, deberán presentar la cantidad de sus aportes para reducir los GEI o dar una muestra inicial de compromiso para contrarrestar el calentamiento global. Si ello no ocurre sería una señal política no muy alentadora.