Un estudio ha identificado dos especies de aves vulnerables de medios agrícolas, el sisón y la avutarda, que no deberían estar preocupadas por el cambio climático.
Que el cambio climático tendrá consecuencias dramáticas para muchas especies es indudable. Ya las está teniendo. Para otras, sin embargo, sus efectos no serán tan drásticos o, al menos, no serán suficientes para acabar con ellas.
Un curioso estudio elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid ha identificado dos especies de aves vulnerables de medios agrícolas, el sisón y la avutarda, que no deberían estar preocupadas por el cambio climático, hasta el punto de que considera dudoso que la mayor parte de la distribución actual de estas especies en el sur de Europa desaparezca en menos de cien años debido sólo a cambios en el clima.
Para pronosticar su futura distribución es necesario contemplar otras variables, además de las climáticas, según concluye el estudio, publicado en la revista PLOS ONE.
“Las especies afrontan el cambio climático, entre otras formas, modificando sus distribuciones conforme las condiciones van cambiando, de forma que las especies puedan “seguir los pasos” del cambio climático”, señala Alba Estrada, participante en el estudio e investigadora del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, de Ciudad Real, según informa el CSIC.