Según un nuevo informe de la ONU, el fenómeno afectaría en un porcentaje similar al PIB de una gran parte de los países en desarrollo.
Más de 1.000 millones de empresarios y empleados en países vulnerables lidian con las altas temperaturas, según un informe internacional. Las economías emergentes se enfrentan a un 10% de pérdidas de horas de trabajo por el deterioro de las condiciones térmicas en el lugar de trabajo debido al cambio climático, lo que afecta en un porcentaje similar al PIB de una gran parte de los países en desarrollo.
Así se desprende de un informe presentado este jueves, Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, en la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra (Suiza). El estudio fue realizado por este organismo de la ONU, el Foro de Vulnerabilidad Climática, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Organización Internacional de Empleadores (OIE), la Confederación Sindical Internacional (CSI), la red de ONG Act Alliance, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio, titulado Cambio climático y trabajo: impactos del calor en el lugar de trabajo se basa en una investigación actualizada sobre los efectos laborales para diferentes economías expuestas a condiciones térmicas cada vez más extremas debido al calentamiento global.
El informe indica que más de 1.000 millones de empresarios y sus empleados de países vulnerables ya lidian con las altas temperaturas en el lugar de trabajo, y que el impacto del cambio climático sobre el entorno laboral no está siendo adecuadamente explicado por las políticas nacionales e internacionales sobre clima o empleo. Las zonas altamente expuestas al calor son el sur de Estados Unidos, América Central y el Caribe, el norte de América del Sur, el norte y el oeste de África, y Asia meridional y suroriental.
Los países más vulnerables son los menos desarrollados, los pequeños Estados insulares y las economías emergentes, debido a las altas concentraciones de mano de obra al aire libre y porque los trabajadores de los sectores industrial y servicios se exponen a condiciones climáticas no controladas. El informe indica que incluso si la temperatura de la Tierra llega a 1,5ºC más respecto a la era preindustrial, un límite crítico recogido en el Acuerdo de París, algunas regiones se enfrentarían a un mes de calor extremo al año en 2030.
El documento apunta que el calor reduce la productividad laboral, aumenta la necesidad de pausas de trabajo y eleva los riesgos para la salud y la seguridad, en tanto que es un conocido peligro la salud y la laboral, y acrecienda los riesgos de agotamiento, golpes de calor y, «en casos extremos», la muerte.