Foto: Flickr Nacho
El gobierno de México insiste en pagar un adeudo de agua a EE.UU., derivado de un acuerdo bilateral. El reparto sigue tensando la situación en Chihuahua, en donde agricultores se niegan a entregar la cuota.
La guerra por el agua cobró notoriedad cuando una mujer perdió la vida por un disparo de la Guardia Nacional, durante un levantamiento de agricultores en Chihuahua, en el noroeste de México. Los hechos ocurrieron el 9 de septiembre. Los productores temen que la sequía los deje sin reservas de agua para el próximo ciclo agrícola y tienen tomada desde hace semanas la presa La Boquilla.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, advirtió sobre el peligro que suponen las protestas para la relación bilateral. El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbot, envió a mediados de septiembre una carta al secretario de Estado, Mike Pompeo, pidiéndole mano dura con México para que cumpla con los adeudos de agua. López Obrador denunció que hay intereses partidistas y una red de complicidades detrás de las protestas de agricultores en Chihuahua para rechazar el pago a Estados Unidos.
Dos grandes ríos en la frontera
A lo largo de los más de 3 mil kilómetros de frontera, México y Estados Unidos comparten dos grandes ríos, el Colorado, al oeste, y el Bravo, al este. Un tratado bilateral firmado en 1944 regula los derechos y obligaciones de ambos. Estados Unidos debe entregar cada año 1.800 millones de metros cúbicos de agua del río Colorado a México. Mientras que México se comprometió a entregar 2.200 millones de metros cúbicos del río Bravo cada cinco años. El problema es que México ya lleva dos quinquenios con retraso, y tiene hasta el 24 de octubre próximo para entregar los adeudos.
«Lo que detonó el conflicto fue que la Comisión Nacional de Agua (Conagua) avisó a fines de noviembre pasado al gobernador de Chihuahua, y a los agricultores de esa entidad que tienen concesionadas las aguas, que había un volumen de agua faltante por entregar a Estados Unidos, por casi 650 millones de metros cúbicos. Conagua quería sacar 1.000 millones de metros cúbicos de la presa La Boquilla, es decir casi el doble del adeudo», explica en conversación con DW el doctor en Geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gonzalo Kuri Hatch.
Advierte que hay una carta que puede cambiar el juego, y a nivel mundial. «El cambio climático es lo que está cambiando los patrones del ciclo hidrológico; estamos en una tendencia a tener estaciones más cálidas, con sequías extremas y temporadas en donde los regímenes de humedad van a ser más marcados. Habrá más huracanes, más tormentas. Los tratados internacionales del agua van a tener que revisarse por los efectos del cambio climático», pronostica Kuri Hatch. Aunque el tema poco interese de momento a ambos lados de la frontera.
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