Nunca antes se había intentado una odisea parecida: enfrentarse al Rally Dakar, la carrera más dura del mundo, a bordo de un coche 100% eléctrico. Dos pilotos españoles comandan esta gran aventura respetuosa con el medio ambiente.
Es la carrera más icónica. La más exigente. La más dura. La más psicológica. Es la mayor aventura del motor desde que en 1979 se disputara la primera edición, por aquel entonces en su formato París-Dakar. Etapas de cientos de kilómetros cruzando desiertos, sorteando dunas, navegando por la arena. Una prueba que cada mes de enero pone al límite a motocicletas, coches y camiones. Un 50% de los participantes no llegan a la meta. La criba mecánica, física y mental es implacable. Hay accidentes. Y también muertes: 23 pilotos, en su mayoría de motocicletas, han perdido la vida en las 35 ediciones disputadas hasta hoy. También han fallecido varias decenas de personas más, entre espectadores y trabajadores de la prueba, incluido el creador del Dakar (Thierry Sabine murió en 1986 en accidente de helicóptero). Pero casi nada ha parado al rally.
“En el Dakar ves camioneros con la barrigota y piensas: ‘A estos tíos les hago correr cinco kilómetros y se mueren’. En cambio, son los tipos más duros que he visto nunca. No los paras por nada, son indestructibles. Sin embargo, he visto a gente supercachas que al segundo día estaban triturados. Es cierto que si estás en forma te recuperas mejor, duermes mejor, aguantas mejor. Pero el Dakar es ante todo para personas con mucha fortaleza”, resume Albert Bosch, que este año participa en una prueba que conoce muy bien: ha corrido en ocho ediciones y en casi todas ha tenido “complicaciones”. “He llegado a empalmar etapas, una, dos noches. Llegaba, comía algo, cambiaba el filtro del aire a la moto y volvía a salir”, recuerda. Una paliza. Bosch, un tipo verdaderamente inquieto, suma a su trayectoria haber cruzado la Antártida a pie y haber hollado las cimas más altas de cada continente: Everest, McKinley, Aconcagua, Elbrus, Kilimanjaro, monte Vinson y pirámide de Carstensz.
Ahora vuelve al motor, esta vez como piloto del primer coche 100% eléctrico que toma la salida en el Dakar, en una categoría nueva creada ad hoc y con un solo coche participante. Un proyecto de Acciona que completa así lo que su director general de imagen corporativa y marketing global, Pío Cabanillas, define como un plan estratégico por “aire, mar y tierra”. El coche pilotado por Bosch es el tercer proyecto de aventura y movilidad sostenible que acomete la compañía energética desde 2011.