A dos semanas de la COP21 en París, los países del G20 se comprometieron a tratar de lograr un acuerdo que limite el calentamiento global a 2ºC, pero las negociaciones se anuncian arduas en cuestiones clave como el financiamiento.
Los líderes mundiales ambicionan un acuerdo, ya sea un «protocolo, otro instrumento legal o un acuerdo con valor jurídico», «aplicable» a todos los países, que permita evitar los efectos catastróficos del cambio climático, según una declaración de su cumbre en Antalya (Turquía).
La UE, encabezada por Francia, que acogerá la conferencia de la COP21 entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre, presionó a otros países reticentes, como India y Arabia Saudí, para que aceptaran incluir en el texto la meta de los 2ºC, según varias fuentes.
París quiere evitar a toda costa un fracaso como el de la conferencia de Copenhague de 2009, que finalizó con una clara división entre países ricos y emergentes.
«En un momento dado, tuvimos la sensación de que no vivíamos en el mismo planeta», durante las conversaciones que se prolongaron 20 horas entre los representantes del G20, dijo un negociador europeo.