El nivel de dióxido de carbono en la atmósfera, en las estaciones de Mauna Loa (Hawaii) e Izaña (Canarias) , supera las 415 partes por millón.
Hace 200 años, al inicio de la Revolución Industrial, la atmósfera terrestre tenía aproximadamente 250 partes de dióxido de carbono (CO2) por millón (ppm). En la década de 1960 la concentración de este gas que -ya se sabía entonces que provoca el conocido como efecto invernadero, y el cambio climático global- superó las 300 ppm.
La acumulación de CO2 en la atmósfera se ha acelerado en los últimos años -debido a las emisiones provocadas por actividades humanas como la combustión de hidrocarburos- y la lectura más reciente en el observatorio Mauna Loa (Hawaii, Estados Unidos), en centro de referencia mundial en este tema, marcó el 12 de mayo la cifra récord de 415,39 ppm, según han confirmado los expertos del Programa CO2 de la Institución Scripps de Oceanografia, centro adscrito a la Universidad de California en San Diego. Un día antes, la cifra récord había sido de 415,26 ppm y los expertos no descartan que este mismo mes de mayo vuelva a establecerse un nuevo nivel máximo histórico. Cifras similares fueron detectadas en el observatorio de Izaña, en Canarias.
En la historia de la Tierra se han producido fenómenos climáticos y geológicos que han aumentado la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera incluso por encima de las 416 ppm pero, como se sabe desde hace algunos años gracias a registros como los de Mauna Loa, nuestro planeta vive ahora una situación sin igual por lo menos en los últimos 10.000 años.
“Es la primera vez en la historia de la Humanidad que la atmósfera ha tenido más de 415 ppm de CO2”, explica el meteorólogo Eric Holthaus en su cuenta en Twitter antes de recordar que esta marca no se había alcanzado no solo en los últimos 10.000 años sino también desde que existen los humanos modernos. La última vez que la atmósfera de la Tierra contenía tanto CO2 como ahora fue hace más de tres millones de años, cuando el nivel global del mar era varios metros más alto y partes de la Antártida estaban cubiertas de bosques.
”Esto demuestra que no estamos en camino de proteger el clima en absoluto. El número sigue aumentando y está aumentando año tras año”, dijo a la agencia France-Presse (AFP) Wolfgang Lucht, del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático.
La mala noticia conocida ahora no es un hecho aislado, todo indica que los niveles seguirán aumentando en los próximos años, con efectos muy negativos en el cambio climático.
Ralph Keeling, director del Programa de CO2 de Scripps Institution of Oceanography, dijo que la tendencia probablemente continuará a lo largo de 2019, que probablemente sea un año en El Niño en el que las temperaturas aumenten debido a las corrientes oceánicas más cálidas.
”La tasa de crecimiento promedio se mantiene en el extremo superior. El aumento respecto al año pasado probablemente será de alrededor de tres partes por millón, mientras que el promedio reciente ha sido de 2,5 ppm”, indicó este experto a AFP.