Hasta hace pocos años no se conocía la existencia de las garrapatas en esta zona del planeta y por tanto se desconocían las enfermedades que estos parásitos pudieran transmitir a los pingüinos.
Un equipo internacional de científicos ha detectado por primera vez la presencia del parásito sanguíneo Babesia, transmitido por garrapatas (Ixodes uriae), en pingüinos antárticos de una colonia situada en Isla Decepción, en el archipiélago de las Shetlands del sur. La investigación, realizada por científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y del Instituto de Salud Carlos III en colaboración con la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC), la Universidad de Extremadura y el Centro Nacional Patagónico de Argentina, advierte de que es la primera vez que se detecta este parásito tan al sur.
“Hasta hace pocos años no se conocía la existencia de las garrapatas en esta zona del planeta y por tanto se desconocían las enfermedades que estos parásitos pudieran transmitir a los pingüinos”, explica el investigador del MNCN Andrés Barbosa.
La presencia tanto de las garrapatas como de este nuevo parásito sanguíneo, que podría tratarse de una nueva especie para la ciencia, “se puede utilizar como un indicador del cambio climático, ya que el aumento de las temperaturas les beneficia”, advierte.