La compañía compró bonos de carbono de Bosque de Protección Alto Mayo, en la región peruana de San Martín, para compensar la huella emitida por sus cruceros. Otras compañías apuestan por reducir sus emisiones en la selva amazónica.
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Entre las principales armas que tiene el planeta para controlar el calentamiento global están los bosques. La enorme biomasa forestal tiene la propiedad de tomar el dióxido de carbono (CO2) del ambiente y almacenarlo, dejando, a cambio, oxígeno. Esto se conoce como secuestro de carbono.
Sin embargo, las actividades humanas (legales e ilegales) en zonas como la Amazonía ganan cada vez más terreno a la selva. La deforestación es, en la actualidad, uno de los principales problemas que enfrenta la humanidad en su lucha por evitar que se agudicen los efectos del cambio climático.
En el Perú, la deforestación representa el 47% de las emisiones de gases de efecto invernadero y cada cuatro segundos se elimina un área de bosques equivalente a una cancha de fútbol.
La selva del Amazonas está perdiendo su habilidad para regular el clima.
Disney y otros grandes de la industria como Microsoft, Toyota, United Airlines, Pacífico Seguros y la línea de belleza Paul Mitchell, se han comprometido en proyectos de REDD (Reducción de Emisiones de Carbono por Deforestación) comprando bonos de carbono.
El caso de la empresa de Mickey Mouse es emblemático. En marzo de este año The Walt Disney Company adquirió 437.000 bonos de carbono generados en el Bosque de Protección Alto Mayo, en la región peruana de San Martín, a un valor aproximado de US$3,5 millones. Con ello, se convirtió en uno de los mayores inversionistas en el mercado de certificados de carbono en el Perú.
En un artículo publicado por el diario El Comercio, el jefe del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp), Pedro Gamboa, explicó que, de esta manera, Disney ayudará a compensar la huella de carbono generada por la actividad de sus cruceros turísticos.
“Más [gases de efecto invernadero o GEI] emites, más pagas; emites menos, pagas menos”. Así lo resumió Beth Stevens, vicepresidente senior de Disney en un informe publicado en The Guardian (en inglés) en el que, además, revela que la compañía de entretenimiento ha duplicado su flota de cruceros (ahora tiene 4), lo que incrementó en 46% sus emisiones totales, de 593 mil toneladas (t.) de CO2 en el 2010 a 867 mil t. en el 2012. Para reducir sus emisiones a cero, han calculado que deben invertir entre $10 y $20 por t. emitida. Hasta el momento, su “fondo para soluciones climáticas” ha alcanzado los $35 millones que financian proyectos en Mongolia, China, Perú, República Democrática de Congo y en su propio país.
Papeles verdes por áreas verdes
Las reuniones empresariales que se realizaron en paralelo a la COP20, entre ellos el World Climate Summit, sirvieron de vitrina para que más corporaciones encuentren en la Amazonía una forma de reducir el impacto negativos que causan sus actividades.
“Suponiendo que atraigamos el interés de otras empresas, dispuestas a pagar precios superiores al del mercado, estaríamos hablando de aproximadamente de US$15 millones adicionales que ayudarían mucho al Sernanp”, refirió Gamboa. Dijo, además, que se han validado 2,8 millones de bonos de carbono en Alto Mayo, “pero hemos vendido menos de 500 mil”.
Davis Huamán, especialista de Sernanp, detalla que los proyectos de REDD se encargan de la administración del las áreas naturales protegidas y deben cumplir con determinados objetivos en reducción de tasas de tala y deforestación, fortalecer los sistemas de control y vigilancia, implementación de actividades económicas sostenibles para las comunidades aledañas (producción de cacao, café, aprovechamiento de recursos y turismo), y la mejora de la gobernanza forestal (saneamiento físico y legal, sensibilización, educación y trabajo con las poblaciones locales).
¿Qué ganan a cambio las empresas? Reputación. La humanidad es cada vez más consciente del peligro que enfrenta al contaminar y depredar los recursos naturales que necesita para subsistir y prosperar. Se prevé que el rechazo a consumir productos y servicios de organizaciones que contaminan, tendrá un impacto en sus utilidades que se irá agravando, mientras que se preferirán a las que hacen algo por remediarlo. Mickey sabe que eso no es Fantasía.
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DATOS
Áreas en riesgo que necesitan apoyo
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[disc_list_item]Otros espacios naturales protegidos que cuentan con proyectos de REDD en el Perú son la Reserva Nacional de Tambopata, el Parque Nacional Cordillera Azul y el Santuario Histórico Bosque de Pomac. Próximamente también podría incluirse el bosque de protección San Matías- San Carlos, en Pasco y la reserva comunal de Amarakaeri, en Madre de Dios.[/disc_list_item]
[disc_list_item]Gracias a estas iniciativas se ha evitado la emisión de 8,7 millones de toneladas de carbono verificadas, y la deforestación y quema de 28.000 hectáreas de bosque, equivalentes a 43.750 canchas de futbol (un área del tamaño combinado de los distritos de Ventanilla, Callao, Comas, Santiago de Surco y La Molina, en Perú).[/disc_list_item]
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Fuentes usadas para este artículo
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[raquo_list_item]Disney adquirió US$3,5 millones en bonos de carbono en la selva peruana (El Comercio)[/raquo_list_item]
[raquo_list_item]Disney, Microsoft and Shell opt for self-imposed carbon emissions taxes (The Guardian)[/raquo_list_item]
[raquo_list_item]Sernanp[/raquo_list_item]
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