La variabilidad del clima es una situación que ya afecta a Centroamérica. Los cultivos de caña de azúcar y de café resultaron impactados por las sequías y por las lluvias que ocurrieron en 2014. Los expertos sugieren adaptación.
El cambio climático, que se manifiesta con sequías y tormentas, dañó los cultivos de caña de azúcar y de café salvadoreños.
La variabilidad del clima, que también queda en evidencia con el aumento de las temperaturas, es otro factor que se suma para complicar la crisis que atraviesa la agricultura salvadoreña desde hace varios años.
La productividad del sector cañero resultó dañada en un 40 % debido a las sequías que ocurrieron en 2014 y 2015, indicó la Asociación de Productores de Caña de El Salvador (PROCAÑA).
“Nuestro sector está siendo afectado, desde hace años, como ustedes saben por el cambio climático, hemos venido siendo afectados por el fenómeno de El Niño con un El Niño suave, luego con un El Niño moderado y para la zafra pasada ya con un El Niño de forma severa que como resultado nos ha dejado una baja en la productividad en el campo”, indicó Óscar Orellana, director de PROCAÑA.
En tanto, la sequía que afectó durante varios días al territorio salvadoreño y la lluvia que cayó en meses, que usualmente no cae, generaron que los cafetales no produjeran según lo proyectado.
El 25 % del grano de las cosechas se cayó por las lluvias, según las estimaciones de las cooperativas afiliadas a la Unión de Cooperativas de Cafetaleros de R. L. (UCAFES).