17 países desarrollados y 10 países en desarrollo han presentado las medidas de mitigación del cambio climático que han implementado hasta la fecha y resaltando los principales éxitos, dificultades y beneficios de las mismas. Uno de esos países en desarrollo fue Mauritania, el primero de los Países Menos Adelantados (PMA) que participa en este tipo… Ver artículo
17 países desarrollados y 10 países en desarrollo han presentado las medidas de mitigación del cambio climático que han implementado hasta la fecha y resaltando los principales éxitos, dificultades y beneficios de las mismas. Uno de esos países en desarrollo fue Mauritania, el primero de los Países Menos Adelantados (PMA) que participa en este tipo de foro y presenta un plan de acción claro ante el cambio climático.
Durante las presentaciones de los 17 países desarrollados quedó claro que en este grupo la inmensa mayoría está segura de alcanzar las metas cuantificadas de reducción de las emisiones para el conjunto de la economía que se han fijado para 2020.
A día de hoy se prevé que en muchos de ellos los niveles de emisión de 2020 serán inferiores a los previstos hace dos años gracias a sus acciones por el clima.
En el quinto período de sesiones de la denominada «evaluación multilateral», los siguientes países desarrollados presentaron los progresos que han hecho con sus acciones por el clima: Canadá, Chipre, Eslovenia, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Japón, Kazajstán, Liechtenstein, Luxemburgo, Mónaco, Portugal, Rumania y la Federación de Rusia.
Después del progreso hacia sus metas para 2020, estos países mostraron claramente que el crecimiento verde con vistas a un futuro en el que haya neutralidad climática contribuye al aumento del Producto Interior Bruto (PIB) y crea puestos de trabajo. Por ejemplo, Francia demostró claramente los positivos efectos de su estrategia de transición energética para el crecimiento verde en el PIB y el empleo, estrategia que probablemente habrá generado entre 108.000 y 350.000 nuevos puestos de trabajo para 2035.
Para alcanzar esas metas este grupo de países desarrollados está implementando una amplia gama de políticas y medidas que impulsan el progreso, y muchas de estas políticas han sido fundamentales para conseguir importantes reducciones de las emisiones. La mayoría de estos países presentó la tarificación del carbono, en forma de impuestos sobre el carbono o de comercio de derechos de emisión, como columna vertebral de sus políticas climáticas.
Por ejemplo, Canadá ha introducido con éxito una tarificación de referencia para el carbono como uno de los pilares de su marco nacional de crecimiento limpio. Luxemburgo ha tenido un gran éxito con la implementación de normas energéticas para edificios con las que pretende aumentar el uso eficiente de la energía. La Federación de Rusia está avanzando con su programa de desarrollo del sector forestal, que incluye la reforestación, como contribución a la reducción de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Otro ejemplo es Japón, que está desplegando ampliamente coches eléctricos como parte de su campaña de vehículos de alta eficiencia energética.
Por último, muchos de los integrantes de este grupo de países desarrollados destacaron que están preparando estrategias a largo plazo para llegar a un futuro con neutralidad climática y capacidad de recuperación, y utilizándolas para encauzar políticas a corto y medio plazo y sus decisiones de inversión. Estas estrategias a largo plazo se pueden consultar aquí.
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Además de los países desarrollados, diez países en desarrollo presentaron información actualizada sobre el estado de sus medidas para reducir las emisiones y para informar sobre estas actividades de manera transparente.
En el tercer período de sesiones del denominado «intercambio de puntos de vista», India, Indonesia, Israel, Malasia, Marruecos, Mauritania, Moldavia, Montenegro, Tailandia y Uruguay han presentado información actualizada sobre sus acciones para afrontar el cambio climático y sobre el estado de sus emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero.
Entre las experiencias que han compartido algunos países se incluyen medidas y políticas para disociar el crecimiento económico del crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de cumplir los objetivos establecidos en sus contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN).
Cabe destacar que muchos también se han centrado en identificar formas de reconciliar sus prioridades de crecimiento económico y erradicación de la pobreza con la reducción de las emisiones.
Un ejemplo notable de lo que están haciendo los países en desarrollo fue la India. La India presentó su ambicioso plan de energías renovables para aumentar la meta de capacidad energética renovable a 175.000 MW para 2022 principalmente con centrales solares, para lo que la Misión Solar Nacional Jawaharlal Nehru (100000 MW) resulta crucial.
Muchos países también compartieron sus experiencias con el uso de instrumentos políticos basados en el mercado para promover las fuentes de energía renovable. Ejemplos de dichos instrumentos son los certificados de energía renovable (CER) y el sistema de certificación de fuentes de energía renovable de la India e Israel respectivamente.
Algunos países también proporcionaron información sobre enfoques innovadores para promover el apoyo de los gobiernos locales a la hora de aplicar políticas nacionales de cambio climático, así como para promover las asociaciones público-privadas y estructuras de incentivos que fomenten la innovación y la tecnología relacionadas con el clima.
También se están tomando medidas en el sector del uso de la tierra, cambio del uso de la tierra y silvicultura, por ejemplo Indonesia presentó un gran número de medidas de mitigación en el sector del uso de la tierra y la silvicultura con las que tiene previsto reducir las emisiones de CO2 equivalente (C02e) en 600 Mt para 2020, especialmente mediante políticas de REDD+ (reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal en los países en desarrollo).
Malasia también ofreció información sobre su ordenación sostenible de los bosques y sus políticas nacionales fortalecidas de silvicultura y biodiversidad.
Marruecos, Montenegro, Tailandia y Uruguay manifestaron claramente su necesidad de fomentar su capacidad para tomar varias medidas de reducción de las emisiones en diferentes sectores, por ejemplo la utilización de tecnología que permita un uso eficiente de la energía. Otra necesidad de capacidad que se destacó fue el desarrollo y consolidación de las disposiciones institucionales existentes para integrar el cambio climático en las políticas, programas y planes nacionales.
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Tanto la evaluación multilateral de países desarrollados como el intercambio facilitador de puntos de vista de los países en desarrollo se realizaron en un ambiente positivo de cooperación. Los países tanto desarrollados como en desarrollo están convencidos de que ambos procesos son esenciales para intercambiar experiencias y promover la cooperación internacional. También quedó claro que varias Partes están buscando formas de fortalecer la infraestructura política para implementar una visión a largo plazo sobre el cambio climático.
Todos los países que participaron demostraron que están decididos a implementar los planes nacionales de reducción de las emisiones que han definido en sus CDN y a seguir trabajando con el fin de mejorar su capacidad e instituciones para el futuro marco de transparencia establecido en el Acuerdo de París.