(Foto: Flickr de cliff Hellis)
Las operaciones financiadas por el FIDA permiten desarrollar las capacidades técnicas y de negocio de las organizaciones rurales.
A pesar del buen desempeño económico registrado en el país en los últimos años, la pobreza sigue siendo un grave problema en las zonas rurales donde se registra un 55 por ciento de pobreza moderada y un 33 por ciento de pobreza extrema, según datos del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA).
«Si bien Bolivia continúa avanzando en el terreno de la salud, la educación y la infraestructura productiva, la pobreza rural sigue siendo grave» aseguró Cornelia Richter, vicepresidenta del FIDA luego de una gira de evaluación de Pro-Camélidos y Accesos, los dos programas que financia en Bolivia con dos créditos por valor de 39,9 millones de dólares y una donación ASAP de 10 millones de dólares.
En declaraciones a ANF, Richter explicó que las operaciones financiadas por el FIDA permiten desarrollar las capacidades técnicas y de negocio de las organizaciones rurales, promueven innovaciones tecnológicas, agregan valor a los productos agrícolas y ayudan a los pequeños agricultores a ser más competitivos.
Arnoud Hameleers, representante del FIDA en Bolivia detalló que «aunque se canalizan pequeñas donaciones, la mayoría de los recursos que canaliza la institución son préstamos a largo plazo y bajas tasas de interés, que además exigen contrapartes tanto del gobierno nacional como de los municipios, así como los aportes propios de los beneficiarios».
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