Rita Mishaan, presidenta de AILAC, conversó con ConexiónCOP sobre el compromiso que existe en Latinoamérica para aminorar los Gases de Efecto Invernadero. Sostuvo que para el sector privado es importante contribuir para lograr un acuerdo global en la COP21.
Entrevista de Pilar Celi Frías (@pilicefri)
Rita Mishaan, actual presidenta de Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (AILAC) indicó en una exclusiva entrevista con ConexiónCOP que cada Contribución Nacional Determinada (INDC, por sus siglas en inglés), presentada por los países latinoamericanos, ha reflejado el compromiso actual que existe por parte de la región para lograr un acuerdo exitoso en la COP21. “Nosotros, especialmente Guatemala, Costa Rica y Chile estamos apuntando hacia la equidad en género y derechos humanos en el acuerdo de París, pero también esperamos que se hable de justicia climática y de mayores ambiciones. Lo que hace falta en las negociaciones es el rostro humano, que es un sello importante, y es uno de los puntos más ausentes”, sostuvo.
A la fecha, la mayoría de países de Latinoamérica han presentado sus contribuciones, ¿Coincide con otros políticos, que han manifestado que existe un compromiso real de la región para hacerle frente al cambio climático?
Las INDC latinoamericanas reflejan el gran compromiso que Latinoamérica tiene con los pactos establecidos por la Convención, para tener una meta ambiciosa antes de la COP21. La entrega de las contribuciones es un buen reflejo de que la región está a la vanguardia, a pesar de que la mayoría de países de Latinoamérica y el Caribe son los que menos emiten, pero sí los más vulnerables a los impactos del calentamiento global. Que Latinoamérica haya cumplido, sobre todo las economías más pequeñas, y que recién están surgiendo, representan un mensaje importante.
La contribución de Costa Rica y su apuesta por ser carbono neutral en el 2021, ha sido calificada como una de las más ambiciosas de Latinoamérica. ¿Cómo analiza el anuncio de ese país?
No me extraña que tengan una ambición tan alta, porque siempre están a la vanguardia de los centroamericanos, del desarrollo verde, y de hacer las cosas bien.
Algunos países en desarrollado han indicado que aumentarían el nivel de ambición de acuerdo al apoyo de cooperación internacional ¿Qué podríamos esperar sobre ese soporte?
Actualmente no podemos ver a la cooperación internacional como la veíamos antes, pensando en el apoyo que se ha recibido desde 1992. El mundo ha cambiado mucho y desde la crisis económica global, que se dio hace una década, los compromisos y las promesas para ser alcanzadas han costado mucho. Ahora vemos a las sociedades más responsables y unificadas en el sentido de que no sólo se espera a las agencias de cooperación, porque el sector privado también está jugando un papel importante.
¿Empieza a existir un compromiso real por parte del sector empresarial?
En conversaciones pasadas con la secretaria de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Christiana Figueres, nos contaba que los grupos del sector privado más poderosos en el mundo, estuvieron a la expectativa de conocer el nivel ambición en las contribuciones. Para el sector privado, es importante hacer un compromiso propio, porque saben que suman al esfuerzo global.
¿Cuáles serían las contribuciones a resaltar en la región?
Como mencionaste, la contribución de Costa es muy importante, pero también la de Chile y Colombia. En el caso de Guatemala, en medio de sus dificultades y crisis política, me siento orgullosa que haya alcanzado cumplir con la fecha, y la meta que se propone demuestra que a pesar de los problemas, existe un compromiso por parte de los países en desarrollo.
¿La INDC de Estados Unidos, siendo uno de los principales países causantes del cambio climático, es lo suficientemente ambiciosa?
A mí me gustaría siempre ver más. Estados Unidos podría ser mucho más ambicioso, pero entiendo la situación política actual. Es un año previo a sus elecciones, y nos han dicho claramente que no pueden comprometerse a temas que impliquen un debate en el congreso. Si se analiza ese contexto, su INDC refleja una buena propuesta.
A pocos días de que se inicie la COP21 ¿Cuáles son los temas que como AILAC, negociarán y esperarían que se encuentre en el acuerdo final?
Nosotros como AILAC, negociamos por incluir el tema de adaptación desde hace 8 años. Hemos logrado que los países desarrollados ya hablen de paridad entre adaptación y mitigación, y ese es un gran avance, pero debemos de seguir trabajando en ese enfoque. También tenemos preocupación sobre la universalidad del acuerdo, es decir responsabilizar a todos de igual manera, es un temor latente. De igual manera el tema de financiamiento es vital para la región, y es muy importante que las revisiones se den cada 5 años. Otro punto que es sumamente importante es el de daños y pérdidas porque aún está muy liviano, y los países desarrollados aún no quieren asumir la responsabilidad que sufren los países más vulnerables, a ello hay que agregarle la importancia de la transferencia tecnológica, que necesita la región, para poder tener alertas tempranas ante los desastres que puedan venir en el futuro.
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¿Qué pasaría si no se logra un acuerdo con uno de los temas mencionados? Por ejemplo el punto de responsabilidades comunes pero diferenciadas es bastante controversial …
AILAC es un grupo de países en el que las posiciones son bastante ambiciosas y aportan mucho al balance de las negociaciones. Tenemos fuertes lazos que generan puentes y eso nos permite avanzar de manera correcta. Nosotros somos bastante positivos, ambiciosos, tenemos esperanza y fe de que llegaremos a un acuerdo mundial. Sabemos que el tema de responsabilidades pone en riesgo las negociaciones, pero vamos a trabajar en conjunto para conseguir un buen resultado global.
Algunos países latinos piden que el acuerdo tenga claridad sobre la equidad de géneros y derechos humanos. ¿Cómo lograr esa vinculación?
Nosotros especialmente Guatemala, Costa Rica y Chile estamos apuntando hacia la equidad de género y derechos humanos en el acuerdo, pero tenemos países como Arabia Saudita o Estados Unidos que no quieren oír hablar de ese tema, sobre todo en la parte pre ambular y en el objetivo del acuerdo, sin embargo creemos que debemos de continuar en la misma línea de negociación. También es importante hablar de justicia ambiental, y de mayores ambiciones, como lo hace el Papa Francisco en su encíclica “Laudato Si”, que le pone una faz humana a todo este proceso. A mi gusto personal, lo que hace falta en las negociaciones es el rostro humano, que es un sello importante, y es uno de los puntos más ausentes.