Deborah Hines, representante del Programa Mundial de Alimentos en Colombia, cree que es imposible lograr el objetivo de Hambre cero si no se protegen los recursos naturales.
Así se mire unos años atrás, con los Objetivos del Milenio, o haga un repaso rápido por los recientes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), hay una meta que la humanidad no ha dejado de perseguir: la de lograr un mundo donde no exista el hambre.
Sin dejar de tener un tinte de utopía, la meta, además, se ha ido complejizando con el tiempo, y con la entrada en vigor de la Agenda 2030 se entendió que esta misión estaba atravesada por otros factores, como la conservación del medioambiente. Sobre todo cuando estudios científicos, cifras y datos advierten repetidamente que el cambio climático está poniendo en vilo la seguridad de los cultivos y, por ende, la de nuestros alimentos. De nuestra vida.
En entrevista, Deborah Hines, representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas en Colombia, explica cuál es la ruta para que el país pueda cumplir el segundo ODS: Hambre cero. Además, cuenta cómo se están teniendo en cuenta otros ingredientes, como el enfoque en la mujer y el cambio climático, para combatir la malnutrición en el país.
¿Cuál es la radiografía que le han hecho a Colombia respecto al ODS Hambre cero?
En principio debo decir que no utilizamos la palabra hambre, sino mal nutrición, que implica todas sus formas: desnutrición aguda, desnutrición crónica, deficiencia de micronutrientes y obesidad. Colombia tiene de todos los casos, pero es diferente en cada contexto. No es lo mismo en Bogotá que en La Guajira.
Por esto, nuestro objetivo es apoyar al Gobierno para erradicar la desnutrición crónica y prevenir la malnutrición, en especial con poblaciones vulnerables, donde se hacen dos cosas. Primero, dar una transferencia en efectivo o alimento para mejorar los consumos y, segundo, hacer capacitaciones e identificar cuáles son los orígenes sociales que pueden causar la desnutrición. Ahí es cuando nuestro trabajo se mezcla con derechos de las mujeres, enfoque de familia y hábitos saludables.
A pesar de que el tema del hambre ya venía desde los Objetivos del Milenio, que hoy haga parte de los ODS le impone el reto de ser sostenible y que no esté en contravía con el medioambiente. ¿Cómo lograrlo?
Esto es lo interesante de la Agenda 2030, porque todos los ODS están conectados. No puedes tener un mundo con cero hambre si no hay agua limpia, acceso a insumos y patrones de consumo y producción sostenible. Hay una correspondencia, con evidencia científica, que indica que el cambio climático, la deforestación y la degradación de suelos tienen un impacto muy fuerte en la seguridad de la cosecha. Hay una relación entre nutrición y cambio climático. Por esto, uno de los trabajos más fuertes que llevamos haciendo es lograr que las comunidades tengan acciones de adaptación.