Un valioso proyecto a favor del ambiente son los viveros creados la Unidad de Gestión Ambiental de la Alcaldía del Distrito Central; uno en Parque de El Picacho y otro en los predios de la antigua Penitenciaría Central (PC), en el barrio La Hoya.
El calor infernal, la falta de lluvias y los cientos de hectáreas de pino “devoradas” por la plaga del gorgojo descortezador han activado una alerta entre los capitalinos, quienes se han puesto manos a la obra para reforestar la ciudad, antes de que el cambio climático le arrebate su verdor.
Desde el ámbito público, privado, o sencillamente por motivación personal, numerosos hombres, mujeres y niños se han dado a la tarea de sembrar nuevas especies, reforestar las áreas dañadas por el gorgojo y limpiar zonas de reserva para prevenir la contaminación.
Un valioso proyecto a favor del ambiente son los viveros creados la Unidad de Gestión Ambiental de la Alcaldía del Distrito Central; uno en Parque de El Picacho y otro en los predios de la antigua Penitenciaría Central (PC), en el barrio La Hoya.
El gerente de esta dependencia, Jonathan Laínez, indica que “en este momento en ambos viveros tenemos una producción de casi 60 mil plantas, esa es la producción que hemos tenido en este año”.
Laínez cuenta que actualmente están promoviendo especies nativas de la zona y que se adaptan a las condiciones climáticas del Distrito Central, como por ejemplo, jacarandas, liquidámbar, macuelizos, acacia roja, amarilla, caña fístola, carao, y pino en los lugares afectados por el gorgojo descortezador.