La ONU apuesta por una «agricultura climáticamente inteligente» que contribuya al desarrollo rural.
La innovación agrícola puede ser una herramienta para limitar el calentamiento global, de forma que se eviten los peores efectos del cambio climático y las migraciones forzadas en el mundo, indicó la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El director general adjunto de esta organización, René Castro, afirmó en un acto que están apoyando a países en desarrollo para lograr una «agricultura climáticamente inteligente» que contribuya al desarrollo rural y frene ese tipo de desplazamientos.
Según mediciones de la agencia espacial estadounidense (NASA), las zonas donde más se está notando el cambio climático se sitúan en África occidental, la península Arábiga, el Sudeste Asiático y la cuenca del río Amazonas.
Castro sostuvo que algunos de esos puntos están relacionados con los actuales flujos migratorios.
Precisamente Oriente Medio y África albergan la mayor parte de los 65,3 millones de personas que han abandonado sus hogares por la fuerza, según el último informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados sobre tendencias globales.
Entre las iniciativas para mejorar las condiciones de vida de la población rural en los países pobres, Castro mencionó los proyectos que la agencia está implantando en el Corredor Seco en América Central y la iniciativa conocida como Gran Muralla Verde para combatir la desertificación en el Sahel.
De los 143 países que junto a la Unión Europea (UE) han ratificado el Acuerdo de París contra el cambio climático, un 90 % ha apostado en sus planes de mitigación por actuar en los ámbitos de la agricultura, los bosques y los cambios en el uso de la tierra.
Además, 32 países han mencionado expresamente la «agricultura inteligente con el clima» como una opción con vistas a combinar las medidas de adaptación al cambio climático y las que buscan reducir sus efectos negativos.
Según la FAO, el 60% de los países que han ratificado el pacto han solicitado apoyo para recibir tecnología y conocimientos, mientras que todos los países menos desarrollos comprometidos con el acuerdo climático han señalado que necesitan apoyo financiero para cumplir con sus planes.
Shakwaanande Natai, jefa del Ambiente del ministerio de Agricultura de Tanzania, explicó que ya han empezado a extender las innovaciones agrícolas con sistemas como el de las terrazas o el mantillo para cubrir los suelos.
El director del Instituto de políticas y estrategia para la agricultura y el desarrollo rural de Vietnam, Tran Dai Nghia, resaltó que su país perdió 1.700 millones de dólares en 2016 por los desastres naturales, que destruyeron 70.000 hectáreas de cultivos y más de 1.400 embarcaciones.
Estimó que los costes de adaptación al cambio climático en Vietnam costarán entre el 3 y el 5% de su Producto Interior Bruto para 2030.
Por el momento, dijo, ya han empezado a cambiar los periodos para cultivar por otros más eficientes, están modernizando las técnicas agrícolas, mejorando el ahorro de agua y armonizando sus normas en la transición hacia una agricultura más sostenible.