Las reservas de biosfera son zonas con ecosistemas terrestres, marinos y costeros que fomentan soluciones para conciliar la conservación de la biodiversidad con su uso sostenible, el desarrollo económico, la investigación y la educación.
La Unesco inauguró en Lima (Perú) el cuarto Congreso Mundial de Reservas de la Biosfera con el objetivo de alinear la gestión y conservación de esos espacios naturales con el acuerdo climático de París y con los objetivos de desarrollo sostenible para 2030, ambos hitos alcanzados el año pasado.
La reunión culminará el jueves con la adopción del Plan de Acción de Lima 2016-2025, una declaración que regirá las acciones y estrategias de conservación de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera, compuesta por 651 espacios naturales, para los próximos diez años.
Más de 1.200 participantes procedentes de 130 países debaten las disposiciones del documento final del congreso, organizado por el Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB, por su sigla en inglés) de la Unesco y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) de Perú.
Manuel Pulgar-Vidal, ministro del Ambiente de Perú, afirmó que el Congreso de Reservas de la Biosfera es la cita medioambiental más importante a nivel global para poner en práctica el marco de desarrollo sostenible del acuerdo alcanzado en diciembre en la vigésimo primera cumbre mundial de las Naciones contra el cambio climático (COP21).