Guy Edwards, co director de Climate and Development Lab (Universidad Brown) conversó con ConexiónCOP y sostuvo que la adopción del nuevo acuerdo mundial sobre cambio climático marca un nuevo camino para los países. Indicó que es necesario que rápidamente se adopten acciones para aminorar emisiones en las políticas de desarrollo.
ConexiónCOP conversó en exclusiva con Guy Edwards, investigador del Institute for Environment and Society de la Universidad de Brown, sobre el recientemente adoptado acuerdo de París. Al respecto, Edwards sostuvo que: “Si los países toman buenas decisiones usando energía verde, estarán a la vanguardia, lograrán bajar sus emisiones y podrán crecer de manera más limpia”.
Hace exactamente 9 días se adoptó el nuevo acuerdo universal sobre cambio climático. ¿Cómo analiza este hecho?
El nuevo acuerdo es una señal importante de los países de América Latina para demostrar que están haciendo esfuerzos para enfrentar al cambio climático. Con el nuevo acuerdo y la inclusión de las contribuciones nacionales determinadas se marca un nuevo camino para que los países de la región incluyan sus acciones de cambio climático en sus políticas de desarrollo, hacia una economía baja en carbono que aumente la resiliencia a los impactos y riesgos del cambio climático.
Sin embargo el nuevo acuerdo empieza a regir en el 2020, entonces ¿Cómo debería de ser el trabajo pre 2020 para las economías latinoamericanas?
A pesar que el nuevo acuerdo no entra en vigencia hasta el 2020, los países de la región tienen que seguir trabajando sus políticas de cambio climático ahora, porque si esperan se atrasarían. Si no hacen esfuerzos en los próximos meses, van a tener mucho más trabajo a partir del 2020. Es muy importante ganar tiempo, y asegurar que sus contribuciones sean efectivas, pero que también suban el nivel de ambición.
¿Las contribuciones tendrán que estar enfocadas en los sectores de energía y transporte?
En energía, transporte, pero también en bosques y ciudades, pensando especialmente en el potencial para aumentar la energía renovable en los sectores mencionados. Las inversiones que se hacen ahora serán decisivas para las próximas décadas. Si los países toman buenas decisiones usando energía verde, estarán a la vanguardia, lograrán bajar sus emisiones y podrán crecer de manera más limpia.
De acuerdo a lo que explica, ¿podríamos resumir que el nuevo acuerdo marca un nuevo paradigma de desarrollo que opta por las energías renovables y poco a poco los combustibles fósiles quedarán desfasados?
Es importante mencionar que los combustibles fósiles no van a desaparecer enseguida, pero el nuevo acuerdo y también los objetivos de desarrollo sostenible adoptados en septiembre pasado han dicho fuertemente que el tiempo para los combustibles fósiles está terminando y que la época de la energía renovable está llegando. La inversión en energía renovable en América Latina, especialmente en Brasil, México, Uruguay y Chile es fuerte y con niveles muy positivos que van subiendo en los últimos años. Esto demuestra que las energías renovables pueden ser competitivas frente a las energías tradicionales, y además representan oportunidades muy importantes. En Brasil por ejemplo el sector eólico va en crecimiento, y también se han creado nuevos puestos de trabajo.
¿Cuáles considera que serían los puntos más importantes para Latinoamérica en el nuevo acuerdo?
El objetivo de largo plazo en mitigación, la importancia de los 2 °C y que se desarrollen esfuerzos para llegar al 1.5°C, es un punto particularmente importante para la región, dado que ya está sintiendo los impactos del cambio climático, al igual que las islas que son las más vulnerables. Adaptación es importante porque se podrá intentar manejar los riesgos climáticos, y los países pondrán énfasis en sus planes nacionales de adaptación. El punto de financiamiento también es clave, porque en el nuevo acuerdo destaca la importancia de financiar actividades bajas en carbono y aumentar la resiliencia de las economías de los países en desarrollo, especialmente para la planificación.
¿Cómo analiza los comentarios que hizo Nicaragua, después de adoptarse el nuevo acuerdo, que prácticamente sostuvo que no había sido escuchado?
Nicaragua no entregó su contribución porque no quería ser parte de un nuevo acuerdo. El país está en contra del sistema que se adoptó por medio del cual las naciones pueden entregar voluntariamente sus planes de reducción de emisiones de carbono. El nuevo acuerdo es positivo, pero no valdrá si no hay implementación. Considero que el pueblo de Nicaragua hubiese querido que su representantes muestren una posición más constructiva especialmente en asuntos de adaptación.
Recientemente publicó el libro: “Un Continente Fragmentado: América Latina y la Política Internacional del Cambio Climático” donde se muestran ejemplos de países latinos que han optado por la gobernanza climática.
Los países latinoamericanos aumentaron su influencia en las negociaciones sobre cambio climático de las Naciones Unidas y ofrecieron soluciones potenciales para superarlo. El libro proporciona posiciones sobre como los países de la región van respondiendo al cambio climático, y este tema resulta particularmente importante con la adopción del acuerdo de París y las implicaciones para la región. Se tratan algunos casos como los países de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Costa Rica y Perú.