Los miembros de las Naciones Unidas se mantienen a la espera de que el presidente Donald Trump aclare su posición sobre el acuerdo de París.
El acuerdo de París para reducir los gases de efecto invernadero sobrevivirá si eventualmente lo abandona algún país. Es el mensaje que lanzó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, justo cuando el presidente Donald Trump debe aclarar si opta por apartarse del pacto que define la estrategia global frente al cambio climático. Es, a la vez, un llamamiento a la unidad del resto de los firmantes del tratado.
“El cambio climático es innegable”, insistió Guterres. Entiende que este debate genere diferencias. Pero considera que las dudas “de algún gobierno” sobre la necesidad o validez del acuerdo debe ser el motivo “para que el resto se una con más fuerza y mantengan el curso” con ambición. “El peligro real no es la amenaza a una economía que se deriva de la acción. Al contrario, el riesgo está en fracasar al actuar”, reiteró en un coloquio con estudiantes universitarios.
Los miembros de las Naciones Unidas se mantienen a la espera de conocer cuál será la decisión de la administración estadounidense. Washington dará a conocer su posición definitiva previsiblemente esta semana, a los pocos días de Donald Trumpal volver del G7, donde quedó completamente aislado. “Seis a uno”, comentó la canciller alemana, Angela Merkel, al valorar la situación tras la discusión.
Trump llegó a decir durante la campaña que el cambio climático era una “farsa”. Después, ya en la Casa Blanca, pareció adoptar una postura algo más abierta y su entorno explicó que antes de tomar una postura definitiva quería intercambiar puntos de vista con sus socios. “El acuerdo no se derrumba porque un país lo abandone”, según Guterres, emplazando a la movilización social.
El secretario general de la ONU lanza, por un lado, la voz de alarma al afirmar que el cambio climático es un reto mayor para la seguridad, la prosperidad y el logro de la agenda para el desarrollo. Pero la acción global para reducir sus efectos representa también, según Guterres, una oportunidad para la economía y el empleo. Esa parte positiva es la que espera haga reconsiderar a EE UU su postura.