La lucha contra el cambio climático necesita transformaciones integrales en las formas de producir y de consumir, según la responsable de la Convención de la ONU para el Cambio Climático, Patricia Espinosa, quien ha subrayado que esa transición debe ser justa y «pacífica». Espinosa ha observado que durante décadas se ha vinculado el calentamiento global… Ver artículo
La lucha contra el cambio climático necesita transformaciones integrales en las formas de producir y de consumir, según la responsable de la Convención de la ONU para el Cambio Climático, Patricia Espinosa, quien ha subrayado que esa transición debe ser justa y «pacífica».
Espinosa ha observado que durante décadas se ha vinculado el calentamiento global con la salud del planeta, el clima y la biodiversidad, “pero de lo que hablamos es del ser humano, y de cómo va a seguir la vida de la especie humana en este planeta; de cómo va a vivir el hombre; de cómo van a vivir nuestros nietos, porque el planeta, de una u otra manera, va a seguir”.
Responsable de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático desde 2016, la diplomática mexicana ha advertido, en una entrevista con la Agencia EFE, de la situación “crítica” actual y de que el cambio climático es un factor de desestabilización en muchas regiones del planeta.
Espinosa ha recordado y valorado que el Acuerdo de París contra el cambio climático entró en vigor solo once meses después de su aprobación en diciembre de 2015, cuando lo ratificaron 55 países que representaban el 55 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero totales.
“Pero la situación que había en ese momento y la que tenemos ahora es muy distinta”, ha observado Patricia Espinosa, quien se ha referido en ese sentido al anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de sacar a su país del acuerdo, y a los cambios políticos que se han producido en otros países»
Una situación “extraordinariamente crítica”
La responsable de cambio climático de la ONU considera sin embargo que la lucha contra este desafío mundial implica cada vez a más actores, en alusión al compromiso de empresas, instituciones financieras, regiones o ciudades.
Ha citado como ejemplo el caso de California o el de la ciudad estadounidense de Pittsburgh, vinculada históricamente a la industria del carbón pero que ha dado “un giro de 180 grados” para impulsar una agenda de desarrollo sostenible “plenamente compatible con el crecimiento económico”.
La situación actual es “extraordinariamente crítica“, ha subrayado Espinosa, quien ha incidido en que el cambio climático es “un factor de desestabilización” que amenaza la seguridad en muchos lugares.
A su juicio, el principal reto para conseguir la plena implementación del Acuerdo de París será el de asegurar la financiación pública y privada y conseguir los 100.000 millones de dólares anuales que son necesarios para combatir este fenómeno, pero ha valorado los pasos dados por algunas instituciones financieras, entre ellas el Banco Mundial, para asegurar la financiación de programas relacionados con el cambio climático.