La Antártida no contribuye a las causas del cambio climático, pero está experimentando algunos de los efectos más extremos del calentamiento global.
La pérdida anual de masa de hielo en la Antártida se ha acelerado y, según un estudio de la Universidad de California (EEUU), ha aumentado seis veces respecto a hace 40 años debido al calentamiento global, un fenómeno asociado al alarmante incremento de la temperatura marina, el retroceso de los glaciares y el desplazamiento de especies.
La situación tiende a empeorar porque, según datos de la NASA, el conjunto de los últimos cinco años ha sido el más cálido a nivel global de la historia moderna desde 1880, y que la temperatura mundial de 2018 fue la cuarta más calurosa jamás registrada, tras la de 2016 (el más cálido), 2015 y 2017.
“La Antártida no contribuye a las causas del cambio climático, pero está experimentando algunos de los efectos más extremos del calentamiento global. Esto es tan injusto…”, afirma la experta medioambiental irlandesa Tara Shine, una impulsora mundial de la llamada “justicia climática” y que ha seguido de cerca las negociaciones internacionales sobre el tema.
Shine, quien formó parte en enero de la expedición de 80 líderes científicas a la Antártida Homeward Bound (HB), considera que se trata de una triste cadena, en la que el calentamiento global impacta en los glaciares, en el hielo marino y en la disponibilidad de krill, la base alimenticia de ballenas, pingüinos, focas y peces antárticos.
En esto coincide Stephanie Langerock, representante de Bélgica en la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos y en la Comisión Ballenera Internacional (CBI). “La pérdida de hielo tiene un impacto en la biodiversidad y en varias especies como los pingüinos y las ballenas”, dice.
“Por ejemplo, debido a las condiciones cambiantes del hielo, las áreas de reproducción y alimentación de las ballenas están moviéndose. Si tienen que ir más lejos para obtener su alimento, esto podría afectar tanto su propia salud como la de los ecosistemas”, agrega la también expedicionaria de HB.
PINGÜINOS, LUCHANDO POR SOBREVIVIR
Organizaciones ambientalistas como la española SEO/BirdLife han subrayado que el cambio climático constituye la principal amenaza para la supervivencia de los pingüinos, con diez especies amenazadas -cinco de ellas en peligro de extinción- de las 18 que habitan el planeta.
Y se teme que el aumento de la temperatura provoque una drástica reducción de las poblaciones de los pingüinos emperador y de Adelia, dos especies endémicas de la Antártida, con una disminución de entre 20 y un 30 por ciento del primero y hasta el 60 por ciento en el segundo.