Foto: Flickr de Daniel Zanini H.
En la COP21 se espera llegar a un acuerdo mundial para que los países aminoren sus Gases de Efecto Invernadero (GEI) y se proteja la vida en el planeta. Que prevalezcan los derechos humanos es un pedido de un grupo de países, entre los que figuran Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, Perú y Uruguay.
Las personas más vulnerables al cambio climático son las que se encuentran en pobreza extrema y deben enfrentar el calentamiento global directamente. Además, los pueblos indígenas, las mujeres y hombres rurales, los niños, niñas y jóvenes, los ciudadanos de la tercera edad, y quienes se encuentran en condición de discapacidad, son especialmente afectados por el aumento de temperatura en el planeta. Una forma de protegerlos es lograr que el acuerdo mundial para hacerle frente al cambio climático –que se espera firmar en Francia durante la COP21– cuente con un enfoque en género y derechos humanos, lo que a su vez beneficiaría a todos los seres humanos, para que puedan tener las mismas oportunidades de involucrarse en la toma de decisiones climáticas.
“Se necesita asegurar que al momento de implementar acciones climáticas se protejan los derechos de los afectados de manera directa e indirecta. Por ejemplo, si se va a construir un parque eólico en un área donde vivan comunidades indígenas, es importante asegurar que las mismas sean consultadas de forma libre, previa e informada, antes que exista una decisión sobre el impacto del proyecto”, sostuvo Andrea Rodríguez, abogada de Programa de Cambio Climático de la Asociación Interamericana para la Defensa del Medio Ambiente (AIDA).
Proteger los derechos humanos en actividades climáticas implica que la toma de decisiones sobre políticas medioambientales sean inclusivas y que haya espacio para asegurar el derecho a la participación en el diseño, desarrollo e implementación de las mismas. Por eso nace el Compromiso de Ginebra sobre Derechos Humanos en la Acción Climática. El documento reconoce que los efectos del cambio climático se dejarán sentir con más fuerza en los sectores de la población que ya se encuentra en situación vulnerable debido a la geografía, pobreza, género, edad, discapacidad o minoría.
En el compromiso también se explica que es necesario facilitar el intercambio de conocimientos y mejorar las prácticas entre los derechos humanos y expertos en medio ambiente para construir respuestas ante el calentamiento global indicadas para la humanidad y el planeta. Los países que se han comprometido a buscar un enfoque de derechos humanos en el acuerdo son Chile, Costa Rica, Francia, Guatemala, Filipinas, Irlanda, Islas Marshall, Kiribati, Maldivas, Micronesia, México, Palaos, Panamá, Perú, Samoa, Suecia, Uganda, y Uruguay.
Impactos del cambio climático en los derechos humanos
Los principales impactos del cambio climático para los derechos humanos en América Latina son los relacionados a la pérdida de recursos de agua dulce y sequías, tormentas extremas e inundaciones, aumento del nivel del mar y destrucción de ecosistemas marinos, aumento de incendios forestales. Así lo dio a conocer el estudio de AIDA Cambio Climático y Derechos Humanos en América Latina, que además informa que en el 2030 la región puede experimentar un crecimiento de hasta 28% en el riesgo de malaria como consecuencia del calentamiento global, situación que podría ser prevenida por un proyecto con enfoque en derechos humanos y salud.
ConexiónCOP conversó con Tatiana Gumucio, de la iniciativa Género y Cambio Climático del Programa de Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria. Ella sostuvo que las iniciativas de desarrollo exitosas que involucren adaptación y mitigación al cambio climático deben tener procesos participativos en los cuales se reconozcan y respeten conocimientos, saberes y prácticas locales, y que además identifiquen la heterogeneidad de actores que hacen parte de ellas.
“Es relevante desarrollar un acuerdo que esté basado en derechos humanos y reconozca formalmente la importancia de la equidad de género para promover una mejor integración de este tema en la formulación de políticas de cambio climático de cada nación. Es muy importante que sean reconocidos los distintos roles que asumen tanto hombres como mujeres, sus experiencias y sus contribuciones a la adaptación y mitigación al cambio climático”, indica Gumucio.
COP21, derechos humanos y género.
En la actualidad el 70% de los recursos para hacer frente al cambio climático se destinan a mitigación y tecnologías, pero son los que cuentan con menos consideraciones de género. Sin embargo, el número de mujeres delegadas en las COP ha crecido, pasando del 29% al 33%, entre 2008 y el 2012.
Andrea Rodríguez recalca que la protección de los derechos humanos y del género son obligaciones existentes tanto fuera como dentro de la convención.
“Fuera mediante una serie de acuerdos internacionales, regionales y nacionales; y dentro en una decisión ya adoptada por la COP16 en los acuerdos de Cancún. El acuerdo en París puede reforzar las obligaciones existentes pero a la vez asegurar que las decisiones climáticas tengan impactos positivos en los actores involucrados a nivel nacional”, indica.
Un importante avance para la consolidación del enfoque de género y derechos humanos en el acuerdo mundial de la COP21, es el Trabajo de Lima sobre Género, que se firmó durante la COP20 en Perú con el fin de involucrar los intereses y necesidades de hombres y mujeres en relación a las vulnerabilidades que trae consigo el aumento de Gases de Efecto Invernadero (GEI); y que busca acabar con las brechas de género en el acceso a los recursos, educación, capacitación y participación en las políticas ambientales a nivel mundial.
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