El mundo está ante un reto histórico y titánico: trabajar en conjunto para elaborar políticas efectivas y urgentes para revertir la situación del medio ambiente.
No hay ninguna zona del planeta que sea inmune al cambio climático. El impacto de los gases de efecto invernadero, de las deforestaciones masivas, del calentamiento global… las consecuencias negativas de la acción humana sobre el planeta se pueden percibir desde todos los puntos de la Tierra: desde el deshielo del ártico hasta las devastadoras consecuencias de El Niño.
Ante tan frágil situación, que implica una alerta global, todos los países del mundo afrontan un reto titánico: trabajar en conjunto y elaborar políticas activas para mejorar la situación del planeta y ayudar a los más vulnerables a revertir su situación.
Vulnerabilidad y preparación
Pero, ¿cómo determinar qué país está más preparado y cual es más vulnerable a los efectos del cambio climático? El proyecto ND-GAIN Country Index, de la Iniciativa de Adaptación Global de la Universidad de Notre Dame, recoge datos que muestran la vulnerabilidad de un país al cambio climático y otros desafíos globales en combinación con su prontitud para mejorar su resiliencia, su capacidad de adaptación.
Esta iniciativa, a parte de concienciar del trabajo que aún queda por hacer, pretende ayudar a las empresas y al sector público a priorizar mejor las inversiones para una respuesta más eficaz a los retos globales inmediatos que se avecinan.
Para elaborar el listado (en formato ranking), la universidad combinó datos de vulnerabilidad y de preparación de cada uno de los países. Las cifras de que se recogen en el eje de vulnerabilidad miden la exposición, sensibilidad y capacidad de un país para adaptarse al impacto negativo del cambio climático.
El ranking
El top 5 de países más bien situados en el ranking y con una mejor puntuación media entre vulnerabilidad y preparación son, en este orden, Dinamarca (81.3), Noruega (80.6), Nueva Zelanda (80.6), Singapur (78.9) y Reino Unido (78.6)
Los países que están en una situación más arriesgada, con un alto nivel de vulnerabilidad y uno bajo de preparación son, en orden descendente: Sudán (30.6), Burundi (30.1), Eritrea (25.6), Chad (25.4) y la República Centroafricana (24.9). Los últimos puestos de esta tabla están copados por países africanos, algo que queda patente en los mapas elaborados por el ND-GAIN Country Index. El riesgo que sufre esta zona del mundo es altísimo y los recursos que se invierten en ella son cada vez más escasos.