Especialistas en cambio climático de Chile, Colombia, México, Perú, Brasil y Costa Rica se dieron cita en el encuentro virtual: Más allá de París: ¿Qué debemos hacer de aquí al 2020?. Los expertos coincidieron en que se necesita un lenguaje cotidiano para explicar el cambio climático. Mejorar la transparencia e involucrar a más personas en los procesos públicos, son dos temas centrales para los Estados latinoamericanos.
A menos de un mes de desarrollarse la COP21, que se llevará a cabo en París, y donde se espera firmar un acuerdo mundial que permita aminorar los Gases de Efecto Invernadero (GEI); Nivela, CO2.CR y El Árbol ejecutaron el webinar: “Más allá de París: ¿Qué debemos hacer de aquí al 2020?.
Para saber cuáles deberían ser las acciones que ejecuten los Estados, las organizaciones, las empresas y la comunidad civil, el encuentro digital contó con la presencia de diversos representantes latinos: Mariana Castillo (México), responsable del área de investigación del Grupo de Financiamiento Climático para América Latina y el Caribe (GFLAC); Javiera Espinoza (Chile), de la Fundación Terram, Marcela Jaramillo (Colombia), asesora política en E3G; Raquel Rosenberg (Brasil), co – fundadora de Enjagamundo; Gianfranco Ciccia (Perú), consultor del Programa Amazonía de la Asociación Civil Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR); y Alejandra Granados, coordinadora política climática de CO2.CR.
Cuando cada país latinoamericano empezó a construir su Contribución Nacional Determinada (INDC, por sus siglas en inglés) – documento oficial que contiene los compromisos nacionales frente al cambio climático – algunos Estados consideraron que era importante desarrollar una consulta pública, con la intención de llegar a más personas y conocer los aportes que se podrían hacer. Sobre ello, Marcela Jaramillo sostuvo que en Colombia se ejecutaron espacios de discusión y expresión asociados al momento que genera el acuerdo climático en París. En diferentes ciudades se llevaron a cabo marchas, cumbres y eventos.
“Estos espacios ahora están muy reducidos y creo que se debe al tema del lenguaje, que es un desafío y puede ser muy complejo que las personas entiendan la terminología técnica que se usa en el cambio climático, por eso existe una necesidad urgente de traducir el lenguaje a uno más cotidiano y que permita mayores espacios de creación con diferentes actores del país”, indicó Jaramillo.
De otro lado sostuvo que Colombia hizo un esfuerzo particular desde el gobierno para tener un enfoque nacional. “Cuando se estaba desarrollando la INDC colombiana, hubo una preponderancia centralizada. En general hemos avanzado, pero aún se necesita mejorar bastante”, explicó.
Por su parte, Javiera Espinoza indicó que en Chile no se ha logrado que los procesos sean vinculantes, porque el Estado no ha dado una respuesta indicada a los esfuerzos de la sociedad.
“En Chile han existido procesos de participación ciudadana, el último fue cuando se entregó el anteproyecto de la INDC, y dieron 3 meses a la sociedad civil para dar aportes, pero no tuvimos nunca retroalimentación por parte del gobierno, quedamos con un sabor bastante amargo, además la participación ciudadana fue centralizada, y no existió fortalecimiento de capacidades, que continúa siendo un problema”, sostuvo Espinoza.
Alejandra Granados explicó que en Costa Rica existió una gran apertura por parte del gobierno para la formulación y preparación de las INDC, pero aún queda el momento de la implementación que implica la formulación de políticas públicas.
“Una de las fortalezas de Costa Rica, es que diversos sectores no esperamos que el gobierno iniciara la preparación de la INDC, trabajamos por nuestro lado y nuestras observaciones fueron incluidas”, explicó Granados.
Raquel Rosenberg indicó que en Brasil se tuvo una campaña de consulta pública que se realizó online, y resaltó que era muy difícil de comprender lo que sucedía, porque la terminología es diferente.
“Lo que estamos intentando hacer actualmente es crear un movimiento que sea organizado y que tenga participación en muchos lugares del mundo, para dar movilización sobre temas cotidianos que necesitan estar en la agenda internacional, como la enorme crisis de agua”, sostuvo Rosenberg.
Mariana Castillo indicó que actualmente México se muestra como un líder en temas sobre cambio climático, pero aún es necesario saber lo que el país hará a nivel internacional. “Tenemos varios elementos en el marco legal y en la política pública, pero se necesitan mejorar las debilidades como el lenguaje, que durante la creación de la INDC, fue una gran barrera”, explicó Castillo. La especialista indicó que en México, el proceso de construcción de la INDC fue muy cerrado.
“Hay varios pueblos indígenas que hablan diversas lenguas, y que son los más afectados por el cambio climático, debemos de estudiar la manera de llegar a todas las poblaciones”, sostuvo.
Sobre el caso peruano, Gianfranco Ciccia indicó que no existe una verdadera participación entre los ministerios. “Durante la consulta pública para la creación del plan de acción climática, no se contó con tiempo necesario, pero en general hubo un liderazgo por parte del Ministerio del Ambiente, que debió de ser articulado en diferentes sectores como energía, transporte, procesos industriales y sectores sólidos, se necesita trabajar de una manera articulada durante la implementación”, indicó.
Durante el webinar, Marcela Jaramillo explicó que Latinoamérica necesita tener un enfoque claro en adaptación, e indicó que en el caso de Colombia el sector más crítico ante el cambio climático es el agrónomo, y las oportunidades se dan en el sector energía. Añadió, que al igual que en otros países latinos, el uso de la bicicleta en Colombia representa un importante aporte para la sostenibilidad.
En el caso de Chile, el sector energía es el que genera mayor cantidad de GEI, además el país tiene muy poca regulación en el sector privado, temas en los que es necesario trabajar ampliamente, al igual que en educación. En Costa Rica se necesita trabajar de manera urgente en un proceso que sea participativo con un enfoque con justicia climática, que es un derecho de los ciudadanos que deben de tener presente los Estados, mientras que en Brasil se necesita buscar espacios no formales para la participación, y tener un enfoque muy claro en adaptación, que es fundamental para todos los países latinos.
En México, los impactos mayores los genera el sector transporte, por ello es necesario apostar por el gas natural antes del 2020, y trabajar en la transparencia. En Perú, el sector que genera más GEI es el sector forestal, y es importante que el Estado se concentre en llegar a todos los rincones del país.