Estudios realizados por Irena señalan que solamente en los últimos cinco años la energía solar instalada aumentó siete veces, mientras que la capacidad de energía eólica se duplicó con creces.
El acuerdo de París sobre el cambio climático, adoptado en diciembre, puso a la energía renovable en el centro del sistema energético mundial. Se prevé que las inversiones en el sector seguirán creciendo aunque hayan descendido los precios del petróleo y el gas. Esto fue lo que señalaron los delegados en la sexta asamblea de la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena), celebrada en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos.
A la asamblea, el primer evento internacional de su tipo tras las negociaciones de París – conocidas como la 21 Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático – asistieron delegados gubernamentales, del sector privado y legisladores para discutir cómo piensan lograr sus metas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, en parte a través de las energías renovables.
“La COP21 de París fue un éxito político extraordinario. Los líderes mundiales se comprometieron con una meta de aumento de la temperatura de 1,5 grados Celsius. Esto tendrá implicaciones de largo alcance para nuestro futuro”, aseguró el keniata Adnan Z. Amin, director general de Irena. “La energía renovable está en expansión, creciendo mucho más rápidamente de lo que muchos esperaban y las principales proyecciones sobre su futuro prevén un impacto profundo en la matriz energética mundial”, indicó.