El cambio climático convierte grandes zonas geográficas en áreas peligrosas como resultado de ese paralelo aumento de áreas más cálidas. En el caso de los virus que se transmiten a través de los mosquitos, el contagio es más sencillo porque los mosquitos sobreviven sin problemas.
No es raro que la Organización Mundial de la Salud declare la emergencia global de virus emergentes como el ébola, el H1N1, y el zika. Son crisis sanitarias que son motivo de preocupación por la salud mundial.
¿Por qué motivo? ¿Qué tiene que ver en ello el cambio climático? Las enfermedades víricas emergentes que se globalizan, en efecto, no son una excepción. Muy al contrario, ya sean nuevos o viejos virus, el cambio climático ayuda a que éstos se difundan de un modo inédito.
La expansión global tiene relación con el calentamiento de la Tierra. Como suele ocurrir, los análisis exigen tener en cuenta distintos factores, pero no cabe duda de que el cambio climático tiene un claro efecto sobre los mosquitos, los vectores más habituales.
Entre los condicionantes no climáticos cabe mencionar la presencia de nuevos vectores, pero el cambio climático por sí solo puede influir de forma decisiva a la hora de multiplicar los virus rápidamente. Tanto, que resulta complicado, si no imposible reaccionar cuando se convierten en virus pandémicos a una velocidad de vértigo.